Bien pensado, y aunque no nos lo creamos, en España tenemos cierta suerte con la cosa de la Dirección General de Tráfico, sus celosos agentes y como no, con ayuntamientos y policías locales.
Tenemos claro que con las multas más que reprender a infractores, sobre todo a los más peligrosos o reincidentes, lo que tratan es de recaudar. Y es que no es de recibo que entre Mesón do Vento, en la provincia de La Coruña y Santiago de Compostela, en la misma provincia, y a una distancia de unos treinta kilómetros una aplicación detectora de radares en un teléfono móvil detecte siete u ocho de estos y todos en rectas que no ofrecían grave peligro a la conducción pero claro, si es donde más suele acelerar algún despistado, así que yo al menos lo tengo claro, la cosa es para recaudar todo lo que se pueda.
Motos en el depósito municipal
En las ciudades pues pasa tres cuartos de lo mismo, ademas de radares hay gruas, que si, que ya se que hay mucho coche estorbando en doble fila y todo eso, pero a veces, y eso lo ha podido ver cualquiera, hacen verdaderas "razzias" en lugares donde no estorban para nada los coches o las motos, que también, puestos, nos las llevan.
Eso si, cuando vas al depósito municipal te reciben con los brazos abiertos para que pagues la grua, la multa correspondiente y que te lleves el vehículo, venga, y rapidito, que así les queda sitio para los siguientes.
Posiblemente allá en el otro lado del océano, en un lugar llamado Gualeguaychú suceda tres cuartos de lo que sucede en nuestros lares, solo que, por lo que se ve, si no vas rápido por tu moto cuando fue intervenida por la policía de tránsito municipal pues no está. Es posible que también necesiten imperiosamente sitio para las siguientes que les vayan llegando intervenidas, y se ve que hay un agente, o varios, que se encargan de hacer sitio rápidamente llevándose las motos, eso si... sin decirle nada al jefe, que está muy compugnido por la desaparición de ocho motos allí depositadas, ni a nadie.
Grua municipal en acción
Ahora imagina por un momento, en cualquier ciudad de España, la policía se lleva tu moto con la grua, lo sabes, varios vecinos lo han visto, te lo dijo el del bar que estaba enfrente, también la chica del comercio al otro lado de la acera, está la pegatina en el suelo advirtiéndote de que tu moto está en el deposito municipal, vas a él con los euros preparados para retirarla rápidamente (¡qué putada! ¡te ha tocado!), llegas allí, así como tímido, como que tu no fuiste, preguntas, dices quien eres y el encargado te dice... qué tu moto no está allí, que ha desaparecido, que no se explica como pudo pasar tal cosa, que le duele en el alma, que eso nunca pasó... ¿qué haces?
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