Cualquiera que se haya leido e incluso repasado algunos comics de Conan el Bárbaro tiene claras algunas mentiras: que el dios Crom existe, que reside en alguna oscura y tenebrosa montaña de Cimeria rodeada de niebla y negras nubes y que desde allí se limita a sentenciar el destino y fallecimiento de los mortales, odia a los débiles aunque insufla valor a los hombres cuando nacen, de ellos depende el uso que dan después a ese bien abstracto y poco más ¿Qué dónde está Cimeria? Bueno, Homero la describió como "la región de la noche eterna" y la situó en los confines del Océano, en la antesala del Hades. Bien, pues todo esto no es cierto Crown vive en Bilbao, concretamente tiene su cueva en el barrio de Santutxu.
En La Montaña de Crom por la mañana
Y bueno, se puede decir que el barrio de Santutxu está alto y tal pero a montaña no llega, por otra parte Crom parece serio, es así grandote, fuerte que dirían en su tierra, pero bonachón, no llega a la campechanía de su majestad el rey emérito, que todo no se puede tener, pero casi casi, y allí vive, en su cueva, justo en una especie de plazoleta que hay en la calle Santutxu, justo en el número 24 os encontrareis la guarida de el dios de los cimerios, vamos que podeis llegar fácilmente y si no para eso está Google Maps. Vamos que no teneis que trasladaros en el tiempo a la Era Hiboria, aquella oscura edad del hierro ideada por Robert E. Howard.
Conan está convencido de que Alfonso es Dios.
Crom además, que lo sepais, se llama Alfonso y es el dueño de la montaña, perdón, hay que especificar: exactamente es el propietario de La Montaña de Crom, que no es otra cosa que su bar, el sustento con el que se gana la vida sin meterse en tantos problemas como su querido Conan el Bárbaro, eso si, Alfonso parece estar como Dios, justo como el dios de los cimerios, en su montaña, que viene siendo su pequeño paraíso, no en vano lleva allí desde el 15 de Junio de 1.993 surtiendo de bárbaras hamburguesas y otras delicatesen a los parroquianos y a los que desde más lejanas tierras tienen a bien acercarse por este pequeño pero acogedor rock bar, o sea, hamburguesas y cervezas a ritmo de buen y duro rock, bueno, y lo que no son cervezas, que también hay licores y otras delicatesen, eso si, siempre al más puro estilo cimerio, perdón, al más puro estilo bilbaíno, que hemos quedado que todo esto está en Bilbao, en mi querido Bocho.
No, no es Coca Cola, es un chupito de licor café pero estilo Bilbao ¿o estilo Montaña de Crom?
El ambiente es motero al cien por cien, sin excluir a nadie pero el ambiente motero se palpa en el ambiente, y no es extraño, ya que Alfonso, el propietario de este rock bar es a la vez miembro de Iguanas Bizkaia, que aunque tienen su sede oficial en la Cervecería Lizarra, en la plaza de la Encarnación s/n del bilbaíno y cercano barrio de Atxuri, no dejan de pasarse por La Montaña de Crom un rato si y al siguiente también, es lo que tiene el buen rock y la buena gente, que junto con el buen ambiente atraen.
Un pequeño paraiso en lo alto del barrio de Santutxu
La decoración es... bárbara, no podía ser de otra manera, y es que Alfonso decidió que era muy complicado poner piedras por todos los lados, así que agarró una rotaflex (el resto de la humanidad usaría cinceles y marretas pero estamos en Bilbao, así que nada, con la rotaflex Alfonso esculpió las paredes por algunos lugares para que pareciesen piedras ¿por qué vas a comprar piedras si puedes hacerlas tu? ¡ahí va la hostia! A partir de ahí armas, escudos y estandartes, procedentes de la Era Hiboria y los grafitis de un artista local conocido por Frodo (no, no es el de la Tierra Media, es de Bilbo también) pusieron la vida de Conan el Bárbaro por las paredes de la Montaña de Crom. Conan suele usar la palabra Crom o la exclamación ¡por Crom! a modo de juramento, como admiración, como sorpresa... vamos, que de algún modo cree en su Dios, es más, es el Dios que le gusta, al fin y al cabo, fuera de cuatro tonterías no hace nada por los mortales, ni bueno ni malo, al dios Crom le damos igual, por eso Conan vive al límite sus placeres: la locura de la guerra, buenos vinos y mejores comidas y mujeres ¿qué más se puede pedir antes de que nos llegue la hora de acudir definitivamente a comparecer ante Crom? lo que no sabe Conan es que Crom, en la intimidad de su montaña, lo admira a él, y que no son pocos los que acuden allí a diario a disfrutar del buen ambiente que se genera en torno a su figura.
Grafiti sobre el mostrador de Frodo
Armas y pendones cimerios
El escudo de Conan que se dejó allí olvidado
Bien, ya sabemos donde está y más o menos como es este garito motero donde podremos saciar el hambre y la sed pero ¿Cúando podemos acercarnos a La Montaña de Crom? pues casi en cualquier momento y es que lo Alfonso suele abrirlo todos los días a eso de las 12'00 del mediodía y hasta las 12'00 de la noche, los Viernes y Sábados alarga la noche un poco y permanece en su sagrada montaña hasta las 2'00 horas de la madrugada. Los Domingos se suele levantar más tarde así que abre a las 16'00 horas y hasta las 12'00 de la noche, y así siempre.
Disfrutando de la noche en La Montaña de Crom
No queda mucho más que decir, solo que ya conoceis otro buen bar donde disfrutar de buen rock, buenas hamburguesas y mejor cerveza y otras bebidas, pero sobre todo de un bar donde os sentireis como en casa por la buena compañía que allí encontrareis, si sois de Bilbao o de cerca seguro que lo conocereis, si sois de fuera no dudeis en perderos un poco por la ciudad para buscarlo, seguro que merece la pena.
Puede que si PICAIS AQUÍ haya alguna foto más que no aparezca en este pequeño reportaje (creo que no, pero por si acaso), por lo demás agradecer a Alfonso, a los Iguanas de Bizcaia y al personal asiduo de La Montaña de Crom la amabilidad con la que por ellos fui recibido y bien tratado en los ratos que tuve la fortuna de compartir con ellos.
Paco sigue rodando por el cielo, y seguro que sigue dejando por allí una huella profunda entre quienes le conocen.
Me gustaría dedicar este humilde reportaje, con un abrazo muy afectuoso a su familia, a Paco García Axpe, un Iguana que a estas alturas seguro que rueda por carreteras eternas más allá de las estrellas y que a buen seguro, mientras estuvo entre nosotros, disfrutó de muy buenos ratos con sus hermanos aquí, en La Montaña de Crom. Seguro que allá, por los confines del celestial universo Paco ya se habrá tomado alguna que otra jarra de cerveza con el dios Cimerio para contarle, orgulloso de sus hermanos en la tierra, que aquí, en Bilbao, tiene una buena embajada.
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