Se juntaron buena gente con buena gente, los Black Birds MG que suelen tener su nido en el Brooklyn Rock Bar y la peña del Rock Café de Santiago de Compostela, y cuando se junta peña así no puede salir una mala idea, así que ahí vamos más o menos unos cuarenta (rugientes) o cincuenta (que rugimos más) moteros cargados de juguetes para la calle Argentina de la ciudad compostelana, que es donde están los locales mentados y de donde saldrá este pequeño y si no me equivoco primer Toy Run realizado en la ciudad de Compostela.
Y digo bien con lo de cargados de regalos, y es que tanto el Brooklyn Rock Bar como el Rock Café Santiago llevan ya un tiempo largo recogiendo regalos para niños y adolescentes en sus locales, regalos que hemos ido llevando a lo largo de estos días moteros y no moteros, clientes y amigos, con la idea que lógicamente cualquier lector supondrá, al fin y al cabo quien más o quien menos hemos asistido u oido hablar de lo que es un Toy Run, o si quereis, como la denominan otros, una papanoelada.
A eso de las cuatro y media de la tarde del día 2 de Enero partimos todos hacia el Instituto de Enseñanza Secundaria de Fontiñas, en la misma ciudad, van varios coches cargados de regalos seguidos de un buen montón de motocicletas, algunas no los seguimos de momento y hasta nos perdemos, que fue culpa del que suscribe, no me arrancaba la moto, tuvieron que empujarme, no daba arrancado... en fin... que llegamos tarde, pero bien, que es lo importante.
Ultimando detalles en el Brooklin
Tomando un café caliente en el Rock Café, que el día está de perros
Preparados para la salida.
Llego tarde, pero no por eso dejo de enterarme de que la llegada del grueso de los moteros que asistíamos fue muy bien recibida por los pequeños que ya estaban por las instalaciones del instituto, y a los que lógicamente se les permitió por parte de los asistentes una ilusión más para ese día, poder subir y trastear un poquito con nuestras motocicletas y también, como no, que sus padres y otros familiares les sacasen las fotografías oportunas.
El presidente de los Black Birds MG agradeciendo nuestra asistencia.
Poco después los organizadores del reparto de regalos nos pedían que metiesemos las motos en el polideportivo (hacía mal día, y cuando no llovía amenazaba lluvia) cosa que se agradeció, dentro más algarabía por parte de los niños que nos saludaban y algún que otro papá noel que los animaba a hacerlo, también palabras de agradecimiento a los asistentes por parte del presidente de los Black Birds MG.
También hay motos cargaditas.
Ahora mejor demos paso a los verdaderos protagonistas de tanta solidaridad, que realmente no somos los moteros, ni mucho menos, nosotros, los moteros, solo hemos puesto un granito muy pequeño de arena en una cantidad ingente de trabajo solidario que se realiza a lo largo del año, y de eso se encarga la organización a la que le fueron entregados los juguetes que portabamos y que no son otros que las Conferencias de la Sociedad de San Vicente de Paul, y en este caso la correspondiente al Consejo de zona de La Coruña. Una "conferencia", para que lo entendamos entre moteros, vendría a ser algo muy similar a un "capítulo" de uno de nuestros clubes moteros.
La Sociedad de San Vicente de Paul tiene una muy larga trayectoria ayudando a las personas ya que nació en París en el año 1.833, en el año 1.849 llega a España, concretamente a Madrid y desde ahí, poco a poco, van creando "consejos" por toda España, en Santiago de Compostela están establecidos desde el año 1.867, que se dice pronto.
Las Conferencias de la Sociedad de San Vicente de Paul están conformadas por personas laicas que se dedican fundamentalmente a escuchar las necesidades de las personas que por diversas razones pasan por un mal momento, valorarlas de forma conveniente y tratar de solventarlas de la mejor manera posible. Además de esto, desde la década de los sesenta colaboran con Cáritas y desde hace cinco años con el Banco de Alimentos.
Todo esto, a lo largo de los años ha ido conformando una logística y saber hacer que en la actualidad les permite, aunque con muchas dificultades, ayudar al prójimo, atendiendo, por ejemplo, a más de 800 personas con alimentos todos los miercoles en el area compostelana.
Para que nos hagamos una idea de su ingente labor baste comentar que a lo largo del año pasado repartieron más de 100.000 kilogramos de alimentos, sin ayudas, y según me cuenta el vicepresidente de este area, D. Miguel Hombre Eirás (hijo a su vez del presidente D Miguel Hombre Antelo), que se encuentra en el lugar atendiento a todo (incluso a mi, y muy amablemente a pesar de que lo estoy distrayendo), sin subvenciones de ningún tipo para no depender de nadie.
Pero aún hay más, que evidentemente no solo de pan vive el hombre, a ellos acuden muchas personas con problemas puntuales que ya os podeis imaginar: no poder pagar un mes del alquiler, no poder pagar la luz, el colegio de los niños que comienza, en fin, mil y una necesidades que pueden tener las personas que pasan por un mal bache, que a veces, lamentablemente llega a ser un socavón, y ahí vuelven a estar los voluntarios, de la Sociedad de San Vicente de Paul, haciendo reuniones para recaudar algo de dinero, o recurriendo a socios benefactores que pueden ser puntuales, a veces hasta para solventar los problemas de ellos mismos como puede ser la rotura de un vehículo que usan para repartir ayuda o cualquier otra circunstancia. Además también llegan a preocuparse de que las familias que a ellos acuden puedan tener una vida lo más digna posible ayudándolos con ropa, muebles y sabe Dios cuantas cosas se me quedarán en el tintero.
Evidentemente una de estas ayudas está dirigida, como no, a los más pequeños de esas familias, y en estas fechas, tan entrañables para ellos no quieren dejarlos sin juguetes, así que aprovechando que los santiagueses de San Vicente de Paul organizaron una campaña de recogida y reparto de juguetes en la capital de Galicia pues ahí estuvieron al quite Rock Café Santiago, Brooklyn Rock Bar y los Black Birds MG para echar una mano y hacer que esos juguetes fuesen unos poquitos más.
Para los demás, que acudimos llevando algún juguetillo cada quien en la medida que pudo a buen seguro que fue una jornada inolvidable, inolvidable por ver el desinteres y el trabajo de todos los voluntarios y de esta sociedad misma, e inolvidable por ver las caras de felicidad de los más pequeños cuando recibían sus presentes de manos de unos cariñosos papás y mamás noeles.
El local está a rebosar de juguetes de todo tipo y hay a la puerta un buen número de niños ansiosos por saber que les ha dejado Papá Noel en el IES de Fontiñas en manos de tan cualificados ayudantes que no paran de repartir sonrisas y paquetes y más paquetes de regalos que Santa Claus dejó para todos estos niños.
Me sorprende también que hay libros para que los chavales vayan escogiendo libremente, desde cuentos para los más pequeños que en algunos casos se llevan sus padres para leerselos, hasta para los más mayorcitos, resulta muy gratificante ver a los jóvenes eligiendo libros, por lo visto la juventud no está perdida, son muchos los que siguen buscando en los libros aventuras, otras vivencias y en definitiva, cultura y lucidez para el futuro.
Supongo que os vais fijando en que he ido difuminando la cara o sacando de espaldas a los pequeños, creo que se entiende el porqué, no obstante hay padres que me piden que no lo haga, que para ellos es un día feliz al poder contar con unos regalos y con la solidaridad de los demás.
A otros, la verdad, prefiero no difuminarlos, al fin y al cabo sus facciones cambiarán en breve tiempo, pero es que además... ¿Cómo se puede expresar lo que se ve en esta imagen con palabras o difuminando la cara del bebé?
En fin, que viendo todo esto durante un rato por la tarde uno se queda pensando en que es lo que impulsa a los hombres y mujeres de Las Conferencias de San Vicente de Paul a todo este trabajo, que nos impulsa a unos moteros a ayudarles un poquito, pues no estoy muy seguro, pero me da la sensación que cuando se ayuda con el corazón se recibe bastante más de lo que se da, y es que las sonrisas, la ilusión, y las caras de felicidad de los chavales pagan con creces lo que se supone un pequeño esfuerzo.
Y desde aquí no creo poder contaros mucho más, que no quede reflejado en las imágenes, que como siempre hay algunas más que podeis ver PICANDO AQUÍ. Simplemente animaros a ser solidarios siempre que podais, que merece la pena.
Agradezco enormemente las facilidades que me dieron los organizadores del Toy Run y los voluntarios de San Vicente de Paul de Santiago para realizar este humilde reportaje, deseandoles de todo corazón que un día, más pronto que tarde, desaparezcan y que desaparezca su labor porque hayamos logrado un mundo más justo, donde ellos no sean necesarios, como esto es un sueño lejano les deseo que sigan con ese ánimo y esas ganas de ayudar a los demás. No me olvido de quienes tuvieron el aguante para empujar mi moto y poder seguir así el evento, mil gracias.
La Sociedad de San Vicente de Paul tiene una muy larga trayectoria ayudando a las personas ya que nació en París en el año 1.833, en el año 1.849 llega a España, concretamente a Madrid y desde ahí, poco a poco, van creando "consejos" por toda España, en Santiago de Compostela están establecidos desde el año 1.867, que se dice pronto.
D. Miguel Hombre Eirás, Vicepresidente de la Sociedad en la provincia de La Coruña.
Todo esto, a lo largo de los años ha ido conformando una logística y saber hacer que en la actualidad les permite, aunque con muchas dificultades, ayudar al prójimo, atendiendo, por ejemplo, a más de 800 personas con alimentos todos los miercoles en el area compostelana.
Voluntarios de la Sociedad de San Vicente de Paul y moteros.
Pero aún hay más, que evidentemente no solo de pan vive el hombre, a ellos acuden muchas personas con problemas puntuales que ya os podeis imaginar: no poder pagar un mes del alquiler, no poder pagar la luz, el colegio de los niños que comienza, en fin, mil y una necesidades que pueden tener las personas que pasan por un mal bache, que a veces, lamentablemente llega a ser un socavón, y ahí vuelven a estar los voluntarios, de la Sociedad de San Vicente de Paul, haciendo reuniones para recaudar algo de dinero, o recurriendo a socios benefactores que pueden ser puntuales, a veces hasta para solventar los problemas de ellos mismos como puede ser la rotura de un vehículo que usan para repartir ayuda o cualquier otra circunstancia. Además también llegan a preocuparse de que las familias que a ellos acuden puedan tener una vida lo más digna posible ayudándolos con ropa, muebles y sabe Dios cuantas cosas se me quedarán en el tintero.
Moteros interesandose por el trabajo de los voluntarios.
Un Papá Noel que aunque un poco flaco, por su simpatía, a buen seguro llegó al corazón de muchos pequeños.
Supongo que os vais fijando en que he ido difuminando la cara o sacando de espaldas a los pequeños, creo que se entiende el porqué, no obstante hay padres que me piden que no lo haga, que para ellos es un día feliz al poder contar con unos regalos y con la solidaridad de los demás.
Los organizadores del Toy Run, no se parecen en nada a Papá Noel, pero gracias a ellos unos pocos niños tienen una pizca más de felicidad.
Ah si, que se me olvidaba, si quereis colaborar de algún modo con La Sociedad de San Vicente de Paul en Santiago de Compostela sabed que están los miercoles de 16'00 a las 19'30 horas en la calle Ildefonso Sanchez Mera, 4B-6 Bajo, en la ciudad de Santiago. Para colaborar en otros lugares os dejé más arriba enlaces a sus webs generales.
Y por favor, no dejeis de compartir esta noticia en vuestras redes sociales, a lo mejor hay personas que pueden colaborar y ser solidarios con una buena causa. Gracias.
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