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5/9/15

Homosexualidad en el mundo motero

Corría el año 1.964, en Nueva York se realizaban planes para construir las Torres Gemelas mientras los homosexuales eran perseguidos a destajo por las fuerzas del orden, a la vez la Ford Motor Company sacaba al mercado su primer Mustang y lo presentaba en la Expo Car de la Gran Manzana, The Beatles alcanzaba el top en las listas de éxitos en EE.UU, mientras... en un apartamento cerca del newyorkino Empire State un grupo de hombres ponían en marcha un club motociclista para homosexuales.



Y dicho así parece una tontería ¡bah, eso lo hace cualquiera! dirá más de uno, si hombre si, hoy en día si, pero no en todos los países, en algunos aún te cuelgan de una grúa por el pescuezo por una ocurrencia semejante y en otros, muchos, demasiados cuando son más de 0, acabas con tus huesos en prisión.

Disturbios de Stonewall

Pues no creamos que el Nueva York de 1.964 era muy benigno para ser homosexual, que como dicen los viejos, en todos los sitios cuecen habas, y si en España el régimen Franquista se ensañaba con los homosexuales usando a destajo la Ley de Vagos y Maleantes contra ellos, en Nueva York, y en todo el territorio de los Estados Unidos, la policía les daba caña cosa mala con redadas y detenciones constantes por el mero hecho de ser homosexuales. Si si, la constitución de los EE.UU molaba mucho sobre el papel con eso de "nadie puede ser discriminado por razón de religión, raza, sexo..." pero... no decía ni una palabra de si se podía o no discriminar por la orientación sexual de cada quien, como tampoco hablaba nada al respecto la Ley de Derechos Civiles, ratificada y firmada ese mismo año por el 36º presidente de los Estados Unidos de América Lyndon B. Johnson. Así que la policía, ordenada y con el beneplácito del gobierno traía a los homosexuales a mal traer, tanto así que en el año 1.969 la cosa se le iba de las manos a las fuerzas del orden (¿o del desorden en este caso?) y tenían lugar los Disturbios de Stonewall.

Disturbios de Stonewall

Y no, no había paraisos para las personas homosexuales, en Cuba, que estaba a un paso, por poner un ejemplo, pero con un régimen gubernamental totalmente opuesto, los Castro y un tal Guevara se daban palmaditas en la espalda cada vez que encerraban a un "mariconsón" en las UMAP (Unidades Militares de Apoyo a la Producción), para que fuese reeducado, las UMAP tenían su aquel, lo mismo reeducaban a un gay que a un sacerdote católico, a todos por igual, el sumsumcorda de la tolerancia vaya.

Periódico de la época hablando de las bondades de la UMAP

Pues así estaban las cosas por el mundo cuando un grupo de amigos newyorkinos, aficionados a la motocicleta, y que además se conocen precisamente porque además de la moto también les une el hecho de que son homosexuales, deciden fundar el Empire City Motorcycle Club (ECMC), la cosa no tendría mayor complicación si no corriesen los tiempos que corrían, como podemos comprobar extremadamente represivos, lo que pasa es que los muchachos deciden que quieren hacerse ver, y como en esto de hacer grupos de motociclistas mola mucho hacerse un parche para lucir en la espalda de las cazadoras, chalecos, o en camisetas pues ellos van y lo hacen también, o sea, tienen el valor de hacerse visibles en la que posiblemente es una de las ciudades más progresistas del mundo pero que no dejaba de ser represiva con la homosexualidad en aquellos años, sin olvidar la estigmatización a la que serían sometidos.

Parche del Empire City Motorcycle Club

Lo explica muy bien Emil Solis, que hoy tiene 81 años y que se unió al Empire City Motorcycle Club en el año 65 junto con su buen amigo Bill, Emil nos cuenta que en aquellos años, a pesar de símbolos del club y tal, procuraban no dar mucho la nota "manteníamos un perfil bajo porque era un momento muy peligroso, teníamos empleos y vivíamos de alquiler. No había protección legal alguna y podías ser despedido o desalojado si tu jefe o el propietario de tu vivienda decidían hacerlo".


Algún morboso seguro que podía pensar (¡aún hoy!) que todos estos "maricas" se juntaron en un club motero para dedicarse a la promiscuidad sexual más desaforada, pero mira tu, va a ser que no, a lo único que aspiraban era a lo que cualquier otro club o hermandad motera, según cuenta uno de sus componentes, ex detective de la policía de Nueva York y que militó en ECMC durante veinte años la idea era más o menos la de siempre "si alguno de nosotros tiene problemas o necesita algo que podamos hacer por él, estaremos ahí, sin disculpas ni peros que valgan, estaremos con él para ayudarle, lo que nos importa en el club es la idea de ser una familia, el sentido de la fraternidad"

Algunos miembros del ECMC

Mark Wind, psicólogo con consulta en Manhattan, que se unió al club en 1.975, afirma que también era para ellos importante la idea de cambiar en la gente el "estereotipo de que los hombres homosexuales eran afeminados" a traves de la visibilidad de este motoclub, de igual modo también pretendían cambiar en la medida de lo posible la idea de que "ser gay era ser un marginal" ya que todos ellos tenían oficios y ocupaciones consideradas respetables por la sociedad.


Quizás la única conotación sexual la da el actual presidente, y la verdad, no creo que la sea o que sea exclusivamente eso, quizás es más una postura vital que algo puramente sexual, Ed Caraballo, se encuentra bien en el club porque, según él "Se trata de ser lo que soy, de estar a gusto con lo que soy, para ser sexy hay que sentirse sexy. Tienes que tener confianza. Tienes que sentirte seguro de ti mismo. Las personas se sienten atraidas por eso".

ECMC rodando por las calles de Nueva York

Por lo demás manifiestan los mismos sentimientos y deseos de libertad que cualquier motero, de sentirse libres cabalgando únicamente sobre las dos ruedas empujadas por el motor de sus monturas.

Bien, tenemos ya una breve historia del club motero gay más antiguo de la historia pero... ¿Y en Europa? ¿hay homosexuales moteros en Europa que se hagan visibles? pues también, pero la verdad, en el viejo continente la cosa no parece solo centrada en el ámbito del motociclismo pero si tiene mucho de ello.

Desde el año 1.974 existe la European Confederation of Motorcycle Clubs (ECMC), que trata de abarcar todos los clubes u organizaciones homosexuales relacionadas con la moto en el viejo continente, pero si nos vamos a su web vemos que hay algo más, da la sensación de que el gusto por el cuero y ciertos fetichismos los lleva al mundo de la moto y no al revés, me explico: cuando andas en moto es posible que uses prendas de cuero porque son adecuadas y estéticamente en cierto tipo de motos quedan además bien, lo que no haces, normalmente, es que te guste mucho vestirte de cuero y por ello te compras una moto. Por otra parte en la propia web (y a poco que uno se de una vuelta por lugares como Amsterdam también lo puede comprobar) hay mucha fiesta "fetish" que bien poco tiene que ver con la moto, y me explico aún mejor: si visitais cualquier día, pero sobre todo los fines de semana, la ciudad de Amsterdam, es fácil que os topeis sin mucho esfuerzo con dos o tres garitos de ambiente gay, garitos en los que es muy posible que se esté celebrando alguna fiesta relacionada con el cuero, alguna Leather Party o similar, os encontrareis un montón de tíos, tan solo con pasar por la puerta, vestidos de cuero de las formas más extravagantes posibles y, a lo mejor, dos harleys en la puerta ¿es una fiesta motera? pues no, es una fiesta de gays a los que les mola el fetichismo del cuero y para de contar, en ella hay dos, o cuatro, que además les gustan las motos. 

Logotipo de ECMC, ojo, no es un parche, raramente lo vereis en chaquetas o chalecos

No obstante la ECMC manifiesta su gusto y afición por las motos, así que nada que objetar, que cada quien vive la moto como le place y su economía se lo permite, de hecho, en el propio enunciado dice ser una confederación de clubes motociclistas, aunque la verdad, por lo observado por el que suscribe en la propia web y en ciudades como Amsterdam me temo que aquí en Europa el asunto tiene más de componente sexual que de rodar en moto. Evidentemente no todo es Amsterdam y sus fiestas de fin de semana donde la juerga, gay o no, es un no parar. La propia web ECMC tiene un apartado de miembros en el que podemos ver por países o localizaciones diversos "clubes", si nos fijamos bien vemos que aparece muchas más veces la palabra "cuero" (leather) que la palabra moto, motociclista o similares. Entre los clubes asociados a ECMC no parece haber, de momento, ningún club español.


Vaya, que faena dirá algún gay que quiera separar el fetichismo y la sexualidad de la moto, o quizás estaba leyendo esto pensando que habría movimientos más serios sobre homosexuales, lesbianas y motos en Europa. Tranquilos, los hay, que también existe la Gay and Lesbian Motorcyclist in Europe que es también una confederación europea de moteros y moteras homosexuales y lesbianas a los que les apasionan las motos y de eso nos hablan en la web de GLME, solo de motos y de las actividades que promocionan en torno a ellas, con toda la seriedad del mundo. GLME fue fundada en el año 1.989 por diversos clubes moteros europeos y no parecen tener grandes pretensiones reivindicativas, simplemente personas con una orientación sexual que desean juntarse de cuando en cuando u organizar cualquier otra actividad con el fin de disfrutar de la vida.



Anuncio de una concentración de GLME

Y ahora, resulta que algún lector español, homosexual o lesbiana, interesado quizás en conocer gente aficionada a la moto con sus mismos gustos por tendencias vitales se está preguntando que carajo pasa en España ¿no hay ningún puñetero club motero homosexual en nuestro país?

Pues si, si, también lo hay, y mira tu que parecen de lo más serio del mundo, tanto es así que dejan la homosexualidad en un muy segundo plano para incidir más en su pasión por las dos ruedas, de hecho según manifiestan en Guaymoteros también hay miembros heterosexuales, el surgimiento de Guaymoteros en el año 2001 fue de lo más natural: un grupo de amigos que además eran homosexuales, decidieron formalizar una asociación para rodar juntos, ya está, el resto fue surgiendo, sus puertas parecen estar abiertas a todo aquel que quiera rodar con ellos, sin que les importe la tendencia sexual de cada quien.



Si nos damos cuenta, desde el inicio reivindicativo de aquel newyorkino ECMC hemos llegado a grupos actuales que ya no reivindican (aunque lo hagan ocasionalmente como podemos hacerlo cualquiera en otros campos) el derecho a tener una vida igual que cualquiera, simplemente forman un grupo u otro por el mero afán lúdico de rodar juntos en moto, esto da una apariencia de que con la lucha de los que nos precedieron se consiguió un mínimo de derechos para todos, me temo que no es así ni mucho menos, solo es un barniz que cubre nuestra aparentemente civilizada sociedad, solo hay que rascar el barniz para que salga de nuevo la bestia que les prohibiría todo lo habido y por haber, de hecho... Rusia dicen que se democratizo y todo eso ¡qué bien! ¿conoceis algún club motero homosexual ruso?


Maltrato a activistas homosexuales en Rusia

Pues si, también lo hay, se llama Homoto (Гомото, en ruso), y si, claro que reivindican ¡no van a reivindicar! acosados por la policía, asediados por leyes absurdas que prohiben actos tales como "la propaganda homosexual" y odiados por una gran parte de la población la cosa no es para menos que reivindicar, a veces llevando más palos que una estera, pero mira, ahí están los de Homoto, haciendose ver poco a poco y rodando por su país con todo el peligro que ello conlleva (recordemos que los Lobos de la Noche, por ejemplo, manifiestan un claro odio hacia los homosexuales). En fin, me temo que al colectivo homosexual, y a todos los que amemos la libertad de corazón nos queda mucho por hacer para lograr un mundo en el que una persona no tenga que sentir temor ante el acto de dar o recibir una caricia o un beso, y me temo que en el propio colectivo motero, aquí, en España, aún queda bastante por hacer para lograr que unas personas normales no tengan que hacerse un grupo para sentirse a gusto debido a sus tendencias sexuales, me pregunto que haríamos la mayoría si en una concentración motera, cualquiera, viesemos a dos hombres o a dos mujeres besándose o caminando abrazados por el recinto, si si, ya se que nadie les diría nada pero ¿y las miradas? ¿si algo nos parece tan raro como para mirarlo extrañados puede decirse que es algo que consideremos normal? pues eso, lo dicho, me temo que aún queda camino por recorrer en esto de la normalización del mundo LGTB.



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