Uno a veces no sabe si ponerse triste en una fiesta fingiendo que se ríe y está contento, aunque creo que lo mejor es estar alegre por la actitud de muchas personas que se mueven en el mundo de la moto, al menos aquí en la provincia de Pontevedra, y supongo que en otros lugares sucederá tres cuartos de lo mismo ¿puede un motero disfrutar con alegría de que alguien tenga que cerrar un buen bar para nosotros?
Los que me conoceis ya lo sabeis, y a los que no os lo cuento, yo soy de natural despistado, muy despistado. Yo sabía que en algún punto indeterminado de las Rías Bajas existía un bar llamado Intruder Café Bar, que el lugar era muy agradable y que lo llevaba una chica más agradable aún, pero... por razones que desconozco lo situaba yo en Rianxo (alguien más despistado que yo me lo debió de decir), así que siempre me decía a mi mismo que cuando fuese por allí me pasaría a conocerlo y a tomar una cerveza en seguro que buena compañía. No estaría mal hacerle unas fotos y publicar aquí algo sobre él pero la cosa es que hasta el momento no me había cuadrado ir por Rianxo. Claro que de haber ido tampoco me hubiese encontrado el Intruder Café Bar allí, más que nada porque este bonito bar estaba en Lois, que pertenece al municipio pontevedrés de Ribadumia, en la parte sur de la Ría de Arosa y un tanto alejado de la costa.
El Intruder Café Bar y la gente que va llegando a la despedida (picad en las fotos para verlas en mayor tamaño).
Pero la ocasión apareció, Rosa de Iguanas me dice el viernes día 1 que al día siguiente me pase por el Intruder, que hay fiesta, me lo dice vía Facebook y no explica más, si me aclara donde está para que pueda llegar. Así que el Sábado allí me presento con toda la alegría de mi cuerpo para la fiesta, al poco de llegar me rompen el alma un poquito, y es que duele que a la gente buena que nos rodea a lomos de dos ruedas se le vayan al garete sueños e ilusiones, que tengan que volver a empezar a veces como si nada hubiesen hecho. La fiesta, con un nutrido grupo de moteros es tal pero... porque el Intruder cierra. Kaput, c'est fini, cuando rodemos por la zona no estará Mayka en su Intruder para ponernos una cerveza bien fría, tampoco estará el bar, un bar motero menos en la zona, una chica que peleó por un futuro, por hacernos la vida más grata a los moteros que rodamos por las carreteras de Pontevedra derrotada por una crisis contra la que peleó a brazo partido.
El interior del Intruder Café Bar el día de esta despedida
¿Derrotada? creo que no, creo que me expreso mal, no se ve en su carácter ánimo derrotista, ni tristeza, creo que más bien Mayka toma fuerzas, da quizás un paso atrás para coger impulso de nuevo, y seguir peleando por la vida, para tirar para adelante, se queda -me cuenta- con los momentos gratos, con la mucha gente buena que día a día pasó por la puerta de su bar y tuvo la deferencia de pararse a tomar algo, a visitarla, a disfrutar un rato de la vida con ella. Hasta detecto en sus palabras que a lo mejor, en un futuro, donde las cosas pinten un poco mejor, vuelve a haber otro Intruder Café Bar, no lo se, quizás tampoco lo sabe ella.
Hay personas que en la misma situación contagiarían tristeza, Mayka contagiaba alegría
Lo que si se es que Mayka seguirá rodando entre nosotros a lomos de su Intruder, que seguiremos disfrutando de su contagiosa alegría y optimismo y que donde quiera que se encuentre y la encontremos podremos disfrutar de la compañía de una gran mujer, de una gran motera.
Me gustó también la gente que se presentó allí, a tomar algo simplemente eso, entre todos logramos que Mayka no tuviese que maltirar la mercancía que le quedaba, a última hora me alegró saber que, así como sin querer, habíamos terminado absolutamente con todas las existencias de cerveza y licores varios, que a pesar del motivo un tanto triste la gente se lo pasó bien, tan bien que algunos, al menos dos, terminamos rompiendo los tupidos bancos de niebla gallegos a altas horas de la madrugada para regresar a casa con una sonrisa de oreja a oreja.
Unos asistentes a la despedida del Intruder que aprovechan para hacer un poquito de publicidad ¡En este país hay gente que quiere trabajar!
Ojalá a Mayka le vaya lo mejor posible en los nuevos caminos que se le abren y si en el futuro vuelve a existir un nuevo Intruder Café Bar procuraré ir el primer día, esté donde esté, que uno es persona decente y formal y no le gusta andar por ahí cerrando bares, que una cosa es cerrarlos a las seis de la mañana y otra muy distinta es que cuando tu vas no vuelvan a abrir. Mucha suerte Mayka y gracias por todo ¿exageraré si desde aquí le doy las gracias a Mayka en nombre de todos los moteros que han pasado por su bar? creo que no, hasta ahora no hubo uno solo que me hubiese dicho una mala palabra del Intruder Café Bar. Siento no haber ido antes, mea culpa.
Si quereis ver algunas fotos más de esta fiesta solo teneis que picar aquí para hacerlo.

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