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6/4/18

Yamahas SR a precio de oro

Hace no muchos años la chavalería adolescente (o sea los que adolecíamos de algo), pillabamos una motillo nueva, y mucho antes de que perdiese la garantía, le empezabamos a cambiar y a añadir cosas: la catalina era lo primero que iba fuera, se cambiaba por una más pequeña para lograr más velocidad, si era de cincuenta unos supletorios para hacerla parecer más grande, si para una de esas, ciclomotores al fin, pillabamos unos guardabarros de una 250 se los encasquetabamos, aunque fuese a navaja, etc. etc. etc. Hoy hay adultos que hacen lo mismo pero además pretenden venderlo a precio de oro.

Y es que esa es la gran diferencia entre aquellas nuestras motos aligeradas de peso por un lado a la vez que les añadíamos cosas totalmente inútiles y a veces absurdas para ponerlas a nuestro gusto, hasta hubo un colega en Vigo que le puso a una Derbi C4 un asiento muy custom, recurvado y forrado con un pellejo de oveja, rectificada y todo a 75, y todo aquello, las más de las veces para nada, te llamaban a filas (a hacer la mili, milenials) y tratabas de vender aquella chatarra que tu te habías encargado de destrozar a conciencia durante dos años, que alguno hasta pintaba la moto a brocha y le hacía dibujitos raros (nada nuevo bajo el sol), pero claro, no te la compraba ni el Tato porque estaba hecha una mierda, la terminabas vendiendo por cuatro perras a un colega que no te daba más porque no tenía y además "porque la tienes hecha una mierda". Total, que el maquinillo que habías comprado por cien mil del trinque lo terminabas vendiendo por treinta mil, si el tronco era un poco julai a lo mejor hasta le sacabas 50 mil, y eso con suerte, que ya hablo de motos de 125 y cosas así un poquito grandes. Todo esto con muchísima suerte que la mayoría de esas motos terminaron de destruirse en algún pajar o transportadas a un desguace por un padre que no tenía sitio en el garaje.

Algunas customizaciones eran tan populares en la época que hasta aparecían reflejadas en revistas satíricas y de humor

Dicen los modistos y los grandes diseñadores de moda que nada se suele inventar, que lo que hay ya lo hubo, es viejo, a veces con algún pequeño toque novedoso pero que la base ya estaba ahí. Con las motos y sus customizaciones parece pasar lo mismo pero con sus particularidades. Hace no mucho, unos días prácticamente, todo era Arlen Ness y piezas supercaras de la muerte hechas por auténticos torneros que sabían lo que hacían y te cobraban un ojo de la cara, pero vino la crisis y Aliexpres, Arlen Ness es un desconocido y los torneros se dedican a lo de siempre, a hacer cancillas y portales y de cuando en cuando, algunos, a rectificar una culata de un golf, eso si, el custom sigue, pero más en plan hecho en casa, y esto es bueno, nada tiene de malo que un tipo se construya, como pueda y sepa, sus piezas y se las pegue a su moto por que le flipa y se lo pasa bien, sin más.

Lo curioso es cuando se pretende hacer negocio con la chapuza, creyéndose además supermoderno de la muerte, lo más in del país y critícando la poca cultura motociclista de los que te rodean. A ver, coleguita, que tontos hay pocos, no abundan, y menos aún cuando de soltar la pasta se trata y encima sin que el cacharro a comprar pueda pasar la ITV.

Lo que no puedes es comprarte una Yamaha SR 250 por 500 eurillos, SR que medio estaba en buenas condiciones, sacarle piezas originales para cambiarlas por chatarra que encuentras por ahí a cuatro perras, pintarla con un par de sprays (sin imprimación, ni lijado, ni nada), añadirle tres baratijas compradas en Aliexpres, dos piezas mal soldadas, unos guardabarros de plástico que tenías desde tu adolescencia en el garaje (que tu padre no llevó a la chatarrería porque eran de plastico y no supo que hacer con ellos), ponerle un nombre resultón y llamativo y después venderla como bratstyle, trackerstyle, pollasstyle, y bueno, ya no digamos cuando la tratan de vender como caferacer. Y lo malo no es querer venderla, que oye, si la vendes por 300 euros igual hay quien te la compre, siempre que tengas las piezas originales, para restaurarla de nuevo como estaba, pintarla bien e incluso arreglarle ese ruidito raro del motor (era la cadena de distribución a piques de romper), que tu pasaste por alto porque de mecánica no tienes ni puta idea, ahí si que igual la vendes, pero no ¡qué va! El colega customizador de turno se vino arriba, y tras finalizar su obra tapizando el asiento con un centímetro de espuma de silla de cocina y una manta vieja, o directamente un trapo de cocina pintoresco, decide que "eso" vale algo más de 2000 euros, o ya puestos 3000.
Molona para quien la hizo y poco más.

Claro, después de gastarse un dinerillo y tenerla meses y meses a la venta en todos los portales de venta de Internet se extraña de no vender el artefacto, que ni le preguntan por ella oye, ni un mal intento de que la venda a menos precio, pasan de él y de su SR como de la mierda, y oye, que se extraña con razón eh, que es qué otros "por Internet" las venden que es un gusto, de las manos se las sacan nada más ponerlas en Instagran.

A ver alma de cántaro, que en Internet fantasmea cualquiera, pero esos que tu crees que venden esos cacharros nada más ponerlos en Instagram no han vendido una puñetera moto (de esas) en su vida, las tienen en sus garajes cubiertas de polvo y de cuando en cuando las suben a una furgoneta y se van a un paraje bonito a hacerse unas fotos haciendo derrapadas para que tu creas que tienen un éxito del copón, y te los encuentras en ciertas concentraciones con sus cacharrillos allí expuestos por si pica alguno, que no pica, el que quiere comprar algo bueno, o que se lo hagan bien, sabe muy bien a quien acudir y no compra chatarra a precio de oro porque la chatarra no vale lo que cuesta el oro así de sencillo, y esos ídolos tuyos interneteros son pura paja y si tienen miles de seguidores es por curiosidad de la peña, o porque les molan algunas cosas (pero solo algunas) de las que hacen con sus motos, gente con posibles (porque tienen otros trabajos y otros negocios, o porque les viene de familia o por lo que sea), que se montaron ese rollito para flipar en sus ratos libres, o ese rollito les sirve no para vender esos trastos sino un marchandising realmente caro, que tampoco se ni me importa si les sale rentable pero lo que si no venden es una puñetera moto (bueno, un tonto siempre puede aparecer), como mucho puede que cobren algo por modificarle alguna a un colega o por hacer alguna pieza y de ahí no pasa el asunto por mucho que te cuenten, o sea, se siente en el alma, es mejor que pilles esa SR tan bonita que te hiciste y te dediques tu a flipar con ella o la vendas por la mitad de lo que tu la compraste para que alguien interesado la vuelva a su estado original o para lo que quiera, no te queda otra. Y es que esa es otra, piensa, tu hiciste una moto a TU gusto, solo al tuyo, cuando las grandes marcas hacen una moto, con un estilo retro o como quieras llamarlo estudian bien el mercado ¡y eso que lo conocen de sobra! fabrican lo que quiere la mayoría de sus potenciales compradores, tu no, tu hiciste la moto como te gusta a ti, para ti, solo para ti y nada más que para ti ¿y pretendes que haya otro que le guste lo mismo que a ti? Pues va a ser difícil. 

No está mal pero ¿le gustará a alguien más que a su propietario?

No se si lo recordais, los que hacen este tipo de cosas igual ni lo saben, pero no hace mucho, hace tan poco que aún pasa, que cualquier vehículo recién salido del concesionario, coche o moto da igual, se deprecia de valor considerablemente y los compradores, salvo alguna que otra pequeña excepción, no solemos hacer caso de "los extras", o sea, que un tipo tiene un coche con diez años, con un equipo de sonido que te rilas por la pata y llantas de aleación y se va a comer el equipo y las llantas con patatas porque el comprador le va a pagar el valor venal del vehículo (una mierda), además mirará con ojo clínico cualquier defecto para conseguir una rebaja.

Pues con las motos sucede tres cuartos de lo mismo, salvo que tengas una clásica bien restaurada, tu moto valdrá lo que más o menos estipula el valor venal, como además tu te encargaste de destrozar el resto (y a lo mejor hasta tiraste las piezas originales), le añadiste un montón de fallos y problemas y encima, el comprador, que sabe más que tu si detectó ese ruidito que hace la gastada cadena de distribución, con lo cual no le vendes ese engendro a nadie, y ya no digamos que si lo que hiciste fue destrozar una clásica, el posible comprador te dirá que para dejarla original va a tener que gastarse lo que no está en los escritos y ¡por tu culpa culpita! ¡Menuda ocurrencia la tuya! así que nada, no te extrañes tanto por no vender tu engendro que no pasaría con normalidad una ITV suavecita y aprende de la experiencia, hazte la moto para flipar tu y no para lograr el negocio del siglo porque no va a ser un negocio, salvo que aparezca un tonto, pero bueno, lo del tonto... comprate un boleto de lotería, igual tienes más suerte.

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