Dirección General de Tráfico: puro derroche

Imaginemos que somos los titulares de una empresa que fabrica botijos, en ella tenemos diez operarios y aparece un fulano que nos vende el invento del siglo: una maquina que fabrica botijos atendida por un solo operario ¡joder que maravilla! Ah, pero la máquina resulta que nos cuesta el sueldo de cuarenta años de los diez obreros, además gasta una burrada de combustible y de cuando en cuando se avería y tiene fallos ¿la comprariamos? pues la Dirección General de Trafico si.

Hojeando en un bar la popular Revista Motera (no se que número) de Moto Club Galicia me entero de que la DGT tiene en las Islas Canarias uná bonita avioneta que hace sus labores desde el aire, o sea: radar, detectar conductores que hablan por el móvil, etc.

Dentro de nada cazas, así flipan más.

Después también está lo del famoso helicoptero Pegasus, que no es un solo helicoptero, son al menos 13, para los cuales, claro, hace falta un buen puñado de personas cualificadas que los piloten, los atiendan, etc.

Y uno se pone a pensar varias cosas, la primera es que todo este parque móvil aereo jamás de los jamases evitará un accidente, algún lumbrera de la DGT podría decir que si, claro, dado que los conductores tememos la sanción que ellos pudieran percibir y denunciar resulta que respetamos en mayor medida las limitaciones de velocidad y por lo tanto salvarían vidas.

El razonamiento, estúpido e interesado, cae por su propio peso ya que lo mismo harían radares terrestres puestos en cualquier tramo de carretera o si se quiere en absolutamente todas las carreteras y todos sus tramos (hoy en día la tecnología fotográfica es barata). Y es que un helicóptero de los que usa la DGT viene costando según el modelo entre cuatro y seis millones de euros, añadámosle a esto gastos de mantenimiento y personal, se nos pone la coña en un pico y por la regla de tres del estúpido interesado anterior las vidas las salvaríamos igual, y claro, aún salvaríamos más vidas si los vehículos, coches y motos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil estuviesen en la carretera, o sea, menos helicópteros y avioncitos y más patrullas, que además tienen la ventaja de poder auxiliarte en un percance, accidente o incluso pueden orientarte si te perdiste, y ¡donde va a parar! resultan, creo, astante más baratas.

Patrullas de tráfico en vías de extinción.

Y es que en todo este asunto de aparatos voladores tenemos otro pequeño detalle: tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional (y posiblemente las policías autonómicas), también tienen helicópteros ¡y hasta avionetas! y ya no digamos el Ejercito, todos ellos con pilotos que tienen la obligación de hacer horas de vuelo, y oye, a lo mejor, puestos a controlar velocidades de esa manera no sería mala idea instalarles a los helicopteros policiales, e incluso militares, la oportuna cámara y matas dos pájaros de un tiro: los pilotos hacen horas de vuelo haciendo algo útil y no, como muchas veces, apatrullando el cielo sin más sentido que el de observar que no pase nada raro, con la ventaja añadida de que muchos de esos helicopteros policiales están capacitados para atender alguna emergencia o transportar heridos (de nada, de estas ideas tengo más). Pero no, por alguna extraña razón, la Dirección General de Tráfico quiere tener sus aparatitos volando y no otros.

Después está lo de la eficacia, que no son pocos los que hablan con cierta razón de ese afán recaudatorio, y es que lo de los rádares (terrestres), para control de velocidad vale, está bien, el miedo en este caso infunde respeto, pero ¿y ese que va hablando por el móvil y lo fotografía el Pegasus y nadie lo para para exigirle que deje de hacer el canelo? ¿y ese que hizo un adelantamiento que por lo menos es delito y a lo mejor va borracho como una cuba cuando lo sacan de la circulación? en fin, se pueden poner cientos de ejemplos de infracciones peligrosas contra las que el helicóptero y sus pilotos o personal no realiza otra acción que la de sancionar y oye, el peligro sigue ahí, durante kilómetros, a veces demasiados. Me pregunto cuantos accidentes habrá habido después de que el Pegasus de turno hiciese una bonita foto al infractor.

¿Paró alguien al infractor? y eso que el asunto parece realmente grave.

Tampoco pensemos que esto del Pegasus es una moda de un par de años a esta parte, no no, la unidad de helicópteros de la DGT lleva malgastando dinero nada más y nada menos que desde 1961 ¿para qué desde hace tanto tiempo? pues para lo de siempre, para que algún que otro director general del ente público se diese un garbeo por los cielos, que mola mucho.

Eso si, cada vez se reducen más los efectivos humanos, lo raro es que en un viaje largo te encuentres patrullas de policía de tráfico (la que sea da igual) en las carreteras, a veces alguna, pero este que suscribe se ha hecho más de 700 kilómetros sin ver ni una sola, en algunas ocasiones una... dos a lo sumo. Y hay un dato curioso: antiguamente en un accidente de tráfico los que primero llegaban era la Benemérita, hoy no, llegan antes sanitarios, bomberos y quien sea, y la Benemérita muchas veces, demasiadas, la última y tarde y no porque no quieran venir, simplemente porque no tienen personal ni se le espera, están siendo paulatinamente sustituidos por las máquinas que no atienden al personal, ni de forma humana ni prepotente, nada, simplemente fotografían, se van y ya te lo sacarán de la cuenta corriente, si te matas cinco minutos después y te llevas por delante a una docena no es problema de la Dirección General de Tráfico. Y espera, que ya están viniendo los drones.

La DGT ya está experimentando con drones

Y no, no veo por ningún lado que sea rentable, ni hablando en términos recaudatorios, un helicóptero volando que gasta aproximadamente 300 euros a la hora en combustible. Un radar en la carretera, de estos últimos que le dieron a la Guardia Civil ronda los 15.000 euros y la verdad, me parece demasiado, huele raro, como a que la DGT paga con demasiada alegría lo que algunos piden. No conozco la tecnología de los radares pero si las de las cámaras fotográficas y la de Internet y oye, que te puedes comprar cámaras demasiado buenas por menos de 3000 mil euros, y solo hay que ver las fotos de mierda que hace un radar para darnos cuenta de que ahí dentro no hay la tecnología de una cámara fotográfica profesional

-Pero es que tiene wifi

-la profesional también

-pero es que manda las fotos a una central

-la profesional también, a cualquier ordenador del mundo

-pero es que tiene una carcasa protectora de aluminio anodizado

-¿tu eres gilipollas o qué?

¿15.000 euros de cámara para esta mierda de foto?

No se a vosotros, a este que suscribe, pensando en todo esto, le queda la sensación de que en esa DGT que debería de estar más para ayudar que para cobrar hay, como poco, cosas muy raras, como poco una manifiesta dejadez en el control de recursos humanos y materiales, lo cual igual conlleva mucho gasto ¿no?

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