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12/12/17

Colt 45, The Pacemakers

Había escuchado hablar de esta banda dedicada a la música country por la zona, que si actuaron aquí y lo hicieron de puta madre, que allí también molaron un huevo, en el Rock Café de Santiago de Compostela se lucieron a tope. Tenía ganas de verlos, y actuaban al lado de casa, dos portales más abajo, en la cafetería Acapulco, un bar elegante, normal, actúal, de La Estrada (Pontevedra). Mira que bien.
Llego un poco antes de las diez de la noche, me pido un licor café, un grupo de niños escandalosos corretean por el bar chillando, comienzan a actuar los Colt 45, The Pacemakers, los niños callan, a ver si lo de Pacificadores va a ser verdad...

No es mala idea dar a conocer buenos grupos relacionado con la música que nos gusta a algunos bikers, que oye, siempre pueden ser consultados y contratados en los eventos a los que asistimos y creo, por lo disfrutado, que los Colt 45, The Pacemakers merecen mucho la pena para subirlos a algún que otro escenario, seguro que los contratantes y asistentes no se arrepentirán.

Los Colt 45, The Pacemakers está conformado por cuatro cowboys que en lugar de montar a caballo por las praderas de Galifornia huyendo de un implacable cabo de la Benemérita (en Galifornia no hay sherifes, hay cabos de la Benemérita), tocan sus instrumentos e interpretan buenas y agradables canciones por muchos puntos de la geografía de este viejo oeste peninsular.

podeis picar en las imágenes para verlas en grande, que lucen más bonitas.

A la voz está siempre J.C. Lens, voz que acostumbra a acompañar, y por lo que veo bien, con una guitarra acústica que si no conté mal tiene doce cuerdas,  y también, en algunas piezas, de una armónica.

Lo acompaña en esta ocasión, a la guitarra eléctrica Mon.

Lucen ambos una cuidada vestimenta muy de finales del S. XIX, elegante sin caer en lo cursi que resultaría el tipico jugador de ventaja tan habitual en las novelas de don Marcial Lafuente Estefanía, al más puro estilo de los viejos salones del farwest, nada de vaqueros mugrosos, si hubiese que hacer un simil Mon, con su Stetson en la cabeza podría ser muy bien Gary Cooper en High Noon (que nuestros dobladores tradujeron, a su bola, por Solo Ante el Peligro). Su compañero de... conciertos (iba a poner de correrías), Lens se da más un aire al Teniente Blueberry, el antieroe del comic creado por el francés Jean Giraud, quizás  ayuden a ello los cabellos rizados sobre los que luce un sombrero de ala estrecha, más tradicional y común en el Viejo Oeste. Una pena no conocer al resto de la banda, en otra ocasión será.

En primer plano J.C. Lens, al fondo Mon.

Y es que hay más, al duo formado por Lens y Mon habría que añadir a Duco con el bajo y a la batería Freddy, que en esta ocasión no acompañan a los dos primeros, una pena no poder verlos a todos en acción pero por mucho que uno porte en su cabeza toda la potencia de un Colt 45 (también conocido como "El Pacificador"), a veces el espacio de un local manda, no caben los cuatro en todos los lados y se reparten como buenamente pueden, así que esa noche disfrutamos en el Acapulco de La Estrada de la versión dúo.
La cosa de que esta banda de pacificadores haya decidido la posibilidad de dividirse no parece mala idea, a veces no es solo el espacio el que manda, también sus obligaciones personales, o incluso el vil metal, oye que a lo mejor no tienes dinerillo suficiente para contratar a una cuadrilla de músicos, pues nada oye, con Los Colt 45 puedes contratar solo a dos, y la verdad, solo dos montaron una velada estupenda en el Acapulco.


Por lo que voy viendo durante la actuación no solo de música country vive esta buena banda en no pocas ocasiones suena música norteamericana que sería difícil de clasificar en un género determinado ¿en que género metemos Mr. Tambourini Man de Bob Dylan? el popular Ring of Fire de Johnny Cash quizás si se podría meter en el rock and roll empujando un poquito por el par de tiempos que le faltan al compás de compasillo que luce al principio de la partitura pero no deja de ser musica de raiz americana, muy auténtica y rompedora en su día, y aún hoy lo sigue siendo, atemporal podríamos llamarla. 


Y así van desgranando durante un buen rato un montón de temas, básicamente covers muy bien hechos del country más tradicional sin que falten de cuando en cuando piezas que podríamos llamar legendarias, casi imprescindibles de la música estadounidense. Habilidad con los instrumentos aparte, aunque sea mucha, se nota que los Colt 45 beben de buenas fuentes para hacer tan buena música, el público se da cuenta y lo valora con sonoros aplausos tras cada tema.


Si antes comentábamos sobre la cuidada estética de el dúo que tenemos delante no lo es menos la puesta en escena, y me explico, normalmente los grupos que suelo ver actúan en lugares "difíciles", un rincón de un bar, de un pub, un escenario de circunstancias en alguna concentración de motos, en fin, donde pueden y donde los contratantes pueden colocarlos, cuando actúan en el consabido rincón de un bar bueno, pues suele haber de todo alrededor, una caja de cerveza amarilla sostiene un altavoz, al lado o detrás del batería hay un perchero con una bufanda roja un jersey verde, un chaquetón azul cielo, un paraguas verde con flores blancas y el chaleco fosforito que se dejó olvidado el otro día un currela, los pobres músicos (un día tengo que dedicar un reportaje a los pobres y sufridos músicos, que bien lo merecen), hacen lo que pueden para no sacar de allí todo ese desastre de objetos y no distorsionar demasiado la maravillosa decoración del local, pero claro, la puesta en escena queda un poco como cojeando. Cabe decir que el Acapulco es un local agradable y bien decorado, su dirección lo cuida en ese sentido, pero también se nota que a los Colt 45 les gustan las cosas en su sitio, se hicieron su espacio de forma adecuada, actúan cómodos y no hay "desastres" que distorsionen la visión que de ellos llega a los que somos espectadores, bueno salvo una bombilla que se desprendió del techo tras una canción pero ¿qué culpa tienen ellos de tener un sonido potente?. Hombre, no se puede sacar una TV de esas enormes que tienen los bares, así que se perdona, sobre todo habíendo visto lo que uno ha visto.


Durante la actuación van desgranando temas con profesionalidad, en un crescendo de emociones y ritmos realmente agradable, casi siempre con ritmos y sonidos tranquilos entre los que no faltan temas que elevan la alegría de las almas de los que tenemos la suerte de estar disfrutando de su música.

Lo malo de todo lo bueno es que, lamentablemente, tiene un final, les cuesta irse al bien ganado descanso, las peticiones de otra, otra, otra, y otra son constantes y ellos se muestran generosos, pero todo tiene que tener un final y la resistencia de Mon y Lens, aunque parece mucha no puede ser eterna. 

Normalmente los técnicos de sonido te miran raro si los fotografías, él no.

Tras la última canción me fijo en el público y en ellos, no paran de recibir felicitaciones de la gran mayoría de los presentes. Esto es un detalle a reseñar, el público que hay en el local en su mayoría es más bien profano en este típo de música, salvo excepciones, gentes normales y corrientes del pueblo que decidieron pasar esta noche en este evento como podrían haber acudido a un monólogo o a un concierto de cámara que hubiesen programado en el Teatro Principal, y sin embargo se les nota emocionados con la música que han disfrutado, supongo que esto dice mucho de los Colt 45. Que un fan del country se emocione con música country es lo normal, a ese le puedes poner a Dolly Parton o a Tim McGraw que disfrutarán, pero si se van una noche a un local de Picacho, que es un lugar que existe entre Tucson y Phoenix (o por ahí) y donde no se tan siquiera si hay un bar, y allí toca un tipo que perpetra canciones con una guitarra que toca mal y a la que le faltan tres cuerdas también le gustará. Lo difícil, lo realmente difícil, es emocionar con la música que tu haces, country en este caso, a un señor gallego acostumbrado a escuchar "lo que ponen por la radio" y a los triunfitos de televisión, eso si es complicado, y por lo que veo los Colt 45, además de "pacificar" con su música a niños chillones también consiguieron lo otro. Y esto lo hizo solo la versión dúo ¡si llegan a estar los cuatro tiene que ser alucinante! la próxima que pueda no me los pierdo.


Después del concierto charlo un rato con ellos y me cuentan que llevan haciendo bolos desde el 2014, se trataba básicamente de viejos amigos, algunos lo son desde la más tierna infancia, con una afición musical común como es el country desde una perspectiva que se adentra en el rock and roll, y ahí están, tratando de llevar el proyecto hasta donde la vida y las circunstancias se lo permitan, tratando siempre de disfrutar a la vez que hacen disfrutar  a un público que se les suele mostrar igual de agradecido como acabamos de ver, me hablan mucho del público, de lo bien que responde en los conciertos, que lo que yo vi no es excepcional, es lo habitual, supongo que es normal, cuando eres buen músico y haces mejor que bien tu trabajo, tu actuación por fuerza se tiene que agradecer. Mientras me cuentan estas cosas yo supongo que el público, entre los que me incluyo, estamos más bien agradecidos por el contundente directo que acabamos de presenciar.

Me cuentan aunque a estas alturas no me dicen nada nuevo, en casi todas las canciones la personalidad de interprete original o compositor daba paso claramente al márchamo de los Colt 45, es como si arreglasen discretamente los temas para que sonasen como a ellos les gustaría que sonasen, y además, logran hacerlo francamente bien.


Evidentemente no empezaron a tocar en el 2014 después de conocerse en una escuela de música de Santiago de Compostela, que es donde residen. Duco y Fredy (los que no están) formaron parte de alguna que otra banda importante en la historia del rock and roll gallego, con el grupo "Los Miserables" consiguieron llevarse un premio de Radio3 a la mejor maqueta allá por los años 80. Mon fue el compositor, cantante y guitarra de "Los Apóstoles" a los que allá por los 90 apoyaba el Grupo Prisa y que logró ser disco rojo nacional de la Cadena 40 y disco nacional en el Top 40, vamos, que tienen ya sus tablas en escenarios, además -les señalo un maletín que está en una mesa- como dúo grabaron un CD, que oye, la peña lo está comprando, otro buen dato de que el grupo gustó.

El propietario del "Saloon" Acapulco de A Estrada flanqueado por lo más granado del Farwest.

Y con la actuación de los Colt 45, The Pacemakers termina también este breve reportaje que a buen seguro no les hace la justicia que merecen, así que podeis comprobar que lo relatado es absolutamente cierto disfrutando de una de sus versiones PICANDO AQUÍ .



Y sin más que añadir solo me queda agradecer a la dirección del Acapulco las facilidades prestadas y a los Colt 45, The Pacemakers su paciencia con mis... disparos, también como no, al público por las molestias que mis idas y venidas les hayan podido ocasionar. Mil gracias a todos.


Creo que el grupo merece ser conocido, por eso no creo que sea mucho pedir que compartais en redes sociales este humilde reportaje, nunca está mal que lo bueno sea conocido, cuanto más mejor ¿no?





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