Ya sabeis que no suelo repetir reportajes de concentraciones y eventos moteros y es que salvo que en alguna exista un cambio muy radical más o menos ya sabemos por la anterior como puede ser la de este año: comida con los amigos y algo de fiesta. Así que en estos casos suelo hacer más incapié en alguna actuación que tengan a bien ofrecernos los amigos que organizan el evento o en algún personaje con una historia digna de ser contada, y este año la gente de The Bikers Mos tuvo a bien ofrecernos un conciertazo de buen rock a cargo de Sete Cuncas.
Para poneros en situación os contaré que una "cunca" es en gallego una taza (y sete es siete, por si alguien no se da cuenta a la primera), solemos referirnos con el término "cunca" más que a cualquier taza a las típicas que se usan por estos lares para tomar vinos en tabernas y establecimientos similares con cierto tipismo. Evidentemente también nos podemos referir a otro tipo de taza cualquiera con esa palabra e incluso a una unidad de medida tanto de capacidad como de superficie que varía ligeramente según zonas según zonas pero que andaría más o menos alrededor del un litro con trescientos o, en el caso de la superficie sobrepasa un poco los cincuenta metros cuadrados, pero esto da un poco igual, a buen seguro que los chavales que nos lo hicieron pasar tan bien la tarde del día 6 de Junio se refieren a tazas de vino ¿combinando tradiciones con rock en gallego? pues todo es posible, y además lo hacen bien. Pero vayamos por partes, ya hablaremos de los Sete Cuncas cuando toque, que en estos eventos a veces pasan cosillas divertidas.
Botella de vino, jarra y dos típicas "cuncas"
De entrada y para no variar nos presentamos tarde en el bar Barreiro sito en Sanguiñeda, que es una parroquia de Mos y que mucha gente confunde con Porriño, pero no, es Mos, así que los The Bikers Mos ya se habían marchado de rutilla con casi todos pero aún estaban por allí la gente de Sleepwalkers MC tomando unas cañas, así que tiempo tuvimos de charlar un rato mientras repostabamos nosotros también, que no todo va a ser rodar y rodar, las piedras del camino además de enseñarnos que somos el rey, la reina y si se tercia el Conde Duque de Olivares también nos enseñan que hay que mantener en saludable estado el cuerpo y el alma, y esto sin repostar debidamente no se logra.
Poco después salimos para Ponteareas, que es donde tendría lugar la comida en el restaurante del mismo nombre que el pueblo ribereño del río Tea, se ve que la gente de The Bikers Mos pensó en nosotros, y como no habíamos llegado a tiempo al bar Barreiro a la puerta del restaurante había más pinchos y cervezas fresquitas, que prestaban de maravilla en el caluroso día.
En ese día en Ponteareas estaban de celebración, que ahí celebran mucho y bien eso del Corpus Chiristi, con alfombras florales que según cuentan los entendidos son pasmo y asombro del mundo entero, no, no hay fotos de las alfombras, me gusta más el rock y el buen yantar con los amigos que el catoliqueo por mucho que lo adornen, eso si, si estais interesados en las alfombras picais aquí y podeis ver todo ese derroche de arte.
El piadoso hombre explica a la presidenta de Iguanas Galiza las habilidades milagreras del Santo Cristo, ella escucha con el mayor fervor y recogimiento la explicación.
Pero el caso es que estabamos en eso de empezar la comida cuando pasó por las cercanías del restaurante un piadoso, sacrificado y buen hombre portando un Santo Cristo al hombro que, todo hay que decirlo, era bien bonito, y como entre moteros siempre ha de haber alguno que arme danza la presidenta de Iguanas Galiza lo invitó a entrar con el fin de que bendijese mesa y comensales, y ya de paso motos y todo lo que por allí había ¡una pena! el portador de la sacra imagen no estaba capacitado eclesiasticamente para bendecir nada, simplemente paseaba a aquel pobre Cristo crucificado por el pueblo de bar en bar, pero lo de ir de bares con el Cristo no era cosa del piadoso penitente, y es que según explicó el Cristo tenía cierto poder milagrero (¿habrá algún santo, cristo o virgen en Galicia que no tenga en su haber un ciento de milagros?), según parece cuando el hombre salía de un bar solo tenía que apoyar la cruz en el suelo y el Cristo hacía que se girase adecuadamente señalandole con uno de los dos brazos de la cruz la próxima capilla que debía de visitar, o sea, era cosa del bondadoso Cristo lo de ir de capilla en capilla para llevar paz, amor, felicidad y todo cuanto bueno hiciese falta a los parroquianos que en ellas estuviesen, nuestro peregrino, devoto él, simplemente sobrellevaba como podía el duro esfuerzo de hacer lo que el Cristo le demandaba. Seguro que ya se tiene el cielo ganado por tanto esfuerzo, porque claro, el Cristo beber no bebe, que es de madera, así que alguien tiene que beber por él, y ese era parte del ingente esfuerzo que tenía que hacer nuestro buen amigo ¡y que no se le fuese a caer el Cristo! que a los clérigos de la localidad no les iba a parecer nada bien.
El Cristo de los Moteros
Si esto por si no tuviese cierta gracia estaba lo del personal del restaurante de Ponteareas, que en un principio pusieron ciertas reticencias a que el paisano metiese el Cristo al comedor ¡a ver si le iba a parecer mal a los moteros! Pero hombres de Dios ¿como nos va a caer mal un pobre crucificado posiblemente de manera injusta? y menos aún el esfuerzo del portador de tan bella imagen sacra. Que quizás la mayoría de nosotros no seamos muy de misa no quita para que sepamos valorar ciertos esfuerzos y sacrificios, sobre todo cuando con ellos nada malo se pretende y tanto bien nos pueden hacer ¿verdad? Es más, alguno sufrió una repentina transformación vio la luz, descubrió la fe, y propuso ir a dar una vuelta por Ponteareas en señal de devoción al Corpus Chiristi, fue difícil hasta convencerlos de que no quedaría bonito pasar con las motos por encima de las alfombras de petalos de flores que los ponteareanos confeccionan con tanto amor y devoción, que a lo mejor no lo tomaban mismamente como una muestra de devoción y que no fuera a ser el Diablo quien le estuviese sugiriendo la idea para que se liase parda la tarde en la soleada población, menos mal que el buen crucificado nos iluminó a todos y seguimos comiendo entre risas y sin mayor problema.
Aunque parezcamos malos de la muerte el Santo Cristo de Ponteareas sabe que somos buena gente
A algunos os costará trabajo creerlo, pero cuando el hombre se llevó al Cristo me pareció ver que la bella talla de madera sonreía levemente, estoy convencido de que Cristo pasó un buen rato con nosotros, casi seguro que le hubiese gustado quedarse en nuestra compañía toda la tarde.
Ojo, que los The Bikers Mos cuidaron los detalles, el restaurante estaba como para una boda
Y no era para menos, la comida siguió y estuvo buena de verdad, a la hora de postres y licores hubo entregas de placas y recordatorios por parte de otros grupos a los organizadores del evento, no podía ser de otra manera, la buena gente siempre se merece un detalle.
Un detalle de los compostelanos Black Birds MG
Los Halcones Galicia tambien obsequiaron a The Bikers Mos con un pequeño detalle
Para que no parasen las cosillas emotivas también habló Pedro, el presidente de los The Bikers Mos, para agradecernos la asistencia, especialmente al Sr. Amaro que no deja de asistir año tras año a la fiesta de sus buenos amigos a lomos de su Vespa (por prescripción médica no debería ni montar en Vespa pero ahí sigue, dando caña al asfalto), y como no, para recibir a Suso (al otro Suso, que en The Bikers Mos, como comprobaremos más adelante, hay dos) como nuevo miembro de The Bikers Mos haciendole entrega del seguro que bien ganado parche que lucirá orgulloso en su espalda.
Un presente para el Sr. Amaro de sus amigos The Bikers Mos
Entrega de parche a Suso
Poco después saliamos para el cercano pub La Nube y ahí es donde empezaba lo mejor, que era la fiesta, y es que todo estaba bien previsto, tres camareros para que no tuviesemos que esperar por nuestras consumiciones y los Sete Cuncas ya sobre el escenario preparando instrumentos y no se hacen esperar casi que nada, se notaba que los chavales estaban deseando tocar y darlo todo.
Los dos Susos.
Los Sete Cuncas son una banda de rock formada por Luis Miguel Mourinho a la guitarra y a la voz, Carlos de Castro que es el vocalista, David Martinez el batería y Anxo Pérez al bajo y voces.
Los Sete Cuncas dándolo todo sobre el escenario
Empezaron a tocar allá por el año 2012 haciendo rock bravú. Ah ya, que algunos de fuera igual no sabeis que carallo es esto del rock bravú, pues mira tu, es fácil, rock de aquí, de Galicia, manufactura propia de esta tierra, hijos de "labregos" y "mariñeiros" que cantan lo que sienten en su entorno, uno de los grupos más famosillos en este tipo de música, y del que posiblemente hayais escuchado hablar alguna vez son Os Herdeiros da Crus, seguro que también os suenan Antón Reixa y Os Resentidos, Ruxe Ruxe y algún otro que llegaron a lograr cierta fama incluso fuera de las fronteras gallegas, o sea, estamos escuchando rock de galicia y en gallego hecho por Sete Cuncas y a todo trapo porque suenan de puta madre.
Según me cuentan y demuestran con hechos, no solo hay rock bravú en sus interpretaciones y temas, todo tiene una base, y en ellos se siente la influencia de bandas potentes como los Led Zeppeling y cierto toque en el bajo a Victor Wooten que le da realmente un sonido especial a esta banda gallega, en no pocas de sus canciones se sienten de fondo aires musicales del profundo sur de los EE.UU, hay un poso de buen blues y rithm and blues (yo no se porque no escribo ritmanblús y ya está) en sus interpretaciones, no falta cierto regusto en la música de Sete Cuncas a gente más de por aquí como pueden ser los Siniestro Total.
De verdad que sudan la camiseta
Los Sete Cuncas cuentan en su Facebook que lo que les gusta es "tocar hasta reventar", y por lo que todos vemos cumplen su palabra, no se cuanto tiempo estuvieron tocando, pero de verdad que fue mucho más de lo que lo hacen la mayoría de bandas y grupos de este tipo, no se si es porque se sentían a gusto con la peña que tenían como público, o simplemente porque les gusta tocar su música sintiendo que el público se entrega al menos tanto como ellos lo hacen, pero lo cierto es que se puede decir que son unos músicos que sudan (literalmente) la camiseta, y además lo hacen bien.
Picad en las imágenes para verlas en grande
Es una pena que las fotos no suenen, tengo que comprar una video cámara, pero de momento es lo que hay para que veais a los Sete Cuncas en acción, aunque picando aquí podeis escuchar uno de sus temas.
Picad en las imagenes para verlas en gran tamaño
La peña disfrutó a base de bien de los Sete Cuncas
Bueno, tampoco hay que estar escuchando seguido a los Sete Cuncas, se puede uno dedicar también al amor.
Y así, nota a nota, acorde a acorde la tarde y este moto almuerzo con The Bikers Mos fue pasando, y todo lo bueno tiene que terminar en algún momento, así que cada cual fuimos poco a poco marchándonos a nuestra cotidianidad, eso si, con los oidos alegres gracias a los Sete Cuncas, benditos por un Cristo que gusta de ser llevado a los bares, y lo que es más importante, habiendo disfrutado de la compañía de las grandes personas que son la gente de The Bikers Mos.
Otra, otra, otra, otra... será para el año que viene.
Personal del pub La Nube, aún les queda paciencia para sonreir
Eso si, no quiero despedir el artículo sin un agradecimiento a quienes trabajan para que nosotros lo pasemos bien, ahí está el personal del pub La Nube, sin ellos a buen seguro que la fiesta hubiese adolecido de algo.
Y por parte de BikerGaraje.Com nada más, solo resta agradecer a The Bikers Mos siempre su acogida y a todos vuestra paciencia conmigo y con mi cámara, incluso al gato Tizón, que también anduvo por allí de copas y escuchando plácidamente a los Sete Cuncas, creo que también quiere convertirse en una estrella del rock. Por cierto, ya sabeis, es posible que haya alguna foto más que no aparezca aquí, para verlas todas PICAD AQUÍ.
Siempre es agradable encontrarse buena gente a la que hace tiempo que no ves.(con saludos de Mónica para Mayka)
Tizón en plan estrella del rock
Esperando a ver si lo invitan a un licor café
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