La Frankenstein, de Pvtrefactio

Las revistas más populares en el mundo motero, cuando hablan de transformadores de motocicletas se les llena la boca con nombres procedentes de los EE.UU, a veces, raramente, de algún país del norte de Europa. Supongo que quien paga la publicidad manda, pero es triste que se deje de lado tanto humilde buen hacer por mero dinero. Desde Grecia, un aficionado a la transformación de motocicletas, nos envía uno de sus trabajos que resulta más que interesante, pasen y vean:  

Es muy raro ver que revistas del mundo de la moto den cancha a gente que empieza, pequeños talleres a veces, y mucho menos a un aficionado.

En BikerGaraje.Com si nos gusta fijarnos más en el trabajo del aficionado o del pequeño taller de quienes poca gente espera algo interesante (conviene recordar el chiste de Gila sobre lo bueno que es todo lo americano). Estos pequeños talleres en la mayoría de las ocasiones trabajan con presupuestos limitados, y ya no digamos los aficionados a la transformación, que además de trabajar con poco presupuesto lo hacen adquiriendo conocimientos sobre la marcha. Creemos sinceramente que esto último tiene al menos algo más de mérito que un señor que compra piezas, o las hace fabricar, y se limita a ponerlas sobre una moto, quedar quedará bonita pero ¿Dónde está el esfuerzo? ¿la creatividad? ¿el ingenio?

Ya no digamos de esa persona con posibles que se presenta en el concesionario de turno y a golpe de catálogo le pone a su burrita de todo lo habido y por haber, y la verdad, le queda preciosa pero... me da la sensación de que al asunto le falta algo: ese toque personal, de las manos humildes y trabajadoras que llegan a hacer hermosos hasta los defectos de la transformación, defectos que en no pocas ocasiones nos dicen claramente que lo que estamos viendo es ARTE, y el arte, señoras y señores, es un poco diferente de la artesanía ¿o no?

Mucho me temo que no es lo mismo apretar tuercas para ajustar piezas preformateadas que romperte la cabeza durante meses a ver como y que puedes adaptar a tu motocicleta para que quede bien y que además, a ser posible, pase la ITV.

En este caso tenemos el placer de publicar las fotografías que nos envía Konstantinos Kostopoulos, alias Pvtrefactio, de una de sus creaciones desde la isla de Syros, en Grecia (BikerGaraje.Com llega a lugares insospechados). 

Esto lo hace por hobby ya que no es mecánico (lo dice él eh) ni nada que se le parezca, trabaja como recepcionista de hotel y esta es una de sus creaciones basada en una GPZ 750 de 1990. 

Si os fijais en esta original cafe racer,  puede verse una parte frontal con piezas de una Kawa ZXR y el tren trasero derivado de una Hayabusa, el depósito de gasolina procede de una Honda CBX

Por cierto, todo esto lo hace Konstantinos sin usar el soldador ni herramientas eléctricas, vamos, por el mero placer de mancharse las manos con grasa y crear algo hermoso en su tiempo libre, puro arte... griego.

Os quedasteis con ganas de más, pues ahí anda transformando una GPZ 500 a vueltas que parece que va por el mismo camino que la que veis aquí, en no mucho tiempo se convertirá en una preciosa cafe racer, que se ve que es lo que le mola a Pvtrefactio. No sería nada extraño que a este ritmo Konstantinos se hiciese un sitio en el mundo de los grandes constructores de motocicletas y dentro de un tiempo aparezca en el papel couche de alguna de esas bonitas (y caras) revistas del sector de la motocicleta, pero antes... ya lo habrá hecho en BikerGaraje.Com desde donde le damos las gracias por hacernos partícipes de sus hermosas creaciones.

Os dejamos con el resto de las imágenes, solo tienes que picar en la primera para ver el album en grande:

Visto lo visto nos preguntamos... ¿merecen la pena o no los pequeños transformadores de motos aunque sean aficionados y vivan en una hermosa isla en el sur de Europa?