Parece ser que la Dirección General de Tráfico española no sabe como hacer para ser por un lado políticamente correcta y por otro sancionar a todo el mundo de la manera que sea y que además seamos inmensamente felices con las sanciones. Pocas veces se escucha que haya reformas en carreteras tendentes a mejorar la seguridad del tráfico rodado, como por ejemplo, la sustitución de los actuales guardarrailes por guardarrailes SPM. Eso si, tonterías que cuestan dinero de TODOS las que se quiera.
La última parida pergreñada por la Dirección General de Tráfico es sancionarnos en el idioma, de los existentes en España, que deseemos. Para algo así harán falta indudablemente traductores, gasto en folios, y si se me apura hasta programas informáticos, o sea que no será barato, mucho menos a la larga, lo peor es que además de no ser barato resulta del todo innecesario.
Eso si, tendremos la inmensa satisfacción de ser sancionados en el idioma que más nos agrade: catalán, euskera o gallego, ya puestos verás tu que aparecen por ahí los araneses protestando y habrá que hacerlo ¿Y por qué no satisfacer de la misma manera a arabes, ingleses, franceses, suecos o cualesquiera otros que rueden por nuestro país? Todo se andará, vereis que en cuanto proteste alguna asociación con otro idioma ahí estará Tráfico dispuesto a darles satisfacción.
No se si a alguien le proporcionará un orgasmo que lo sancionen en su idioma preferido, a este que suscribe, la verdad, se la trae al pairo, si al menos adecuasen la cuantía de la sanción a los ingresos promedio de donde reside el sancionado aún tendría un pase, pero claro, tal cosa no puede ser sin llegar a rifirrafes económicos entre andaluces y extremeños con catalanes o vascos (los gallegos somos igual de pobres que los primeros, así que no habría problema, nos llevariamos bien).
Uno ante estas cosas se pregunta el por qué de tanta estupidez ¿como podemos llegar a consentirle a nuestros políticos cualquier majadería que se les ocurra sin reaccionar lo más mínimo? serán muchos los que al leer estas lineas piensen que esto es pecata minuta. Bueno, depende, todo este dispendio de traductores y traducciones va a costar un dinero, dinero que pagaremos TODOS, resultando que en este país son minoría los que hablamos gallego, catalán o vasco, y hay, por otra parte, una gran mayoría (incluidas Galicia, Cataluña, Valencia, Baleares y País Vasco) donde se habla castellano, así que uno se pregunta ¿Por qué un andaluz, un madrileño, un castellano o un extremeño tienen que soportar este despilfarro en lugar de ver como se arreglan los muchos puntos negros que existen en las carreteras de sus comunidades?
Y nosotros como moteros ¿preferimos que nos denuncien en nuestro idioma o unos metros más de Guardarrailes SPM? ¿será que con esa vaselina pagaremos con más agrado las sanciones de tráfico?

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