Santiago de Compostela no es solo santidad y peregrinos buscando ofertas de precio en bocatas de mortadela por sus supermercados y pidiendo un euro para gastos (fabulosa idea turística patrocinada por la Xunta de Galicia), tampoco hay tunos rasgando guitarras y cantando Clavelitos por doquier. En Compostela también hay buen rock y motos, concretamente en el Rock Café... de Santiago, claro.
Una pena que no pudimos estar mucho rato, la gripe era fuerte y las ganas de pillar una cama abundantes, pero aún así pudimos hacer el grato esfuerzo de pasarnos por allí y tomar una copa con los amigos, el alcohol no va muy bien con el Frenadol pero lo de pedir un vaso de leche caliente no va demasiado con el que suscribe.
Así que ahí estuvimos un sábado noche en el Rock Café de Santiago, en la calle República Argentina 25, disfrutando de su renovado ambiente donde se dan cita todo tipo de personas pero muchos viejos y clásicos roqueros compostelanos para disfrutar del mejor ambiente rockero de la ciudad. No es extraño, según me cuentan, encontrar también motos a la puerta y de hecho algunos amigos moteros están en su interior trasegando una birra en el hogar del Rock & Roll por excelencia compostelano.
Mazinger biker.
El local mola lo suyo, no es el típico garito pintado de negro y con llamas (que también tienen su encanto, por supuesto), se podría decir que el este Rock Café Santiago tiene hasta glamour, por su decoración y por la gente que lo frecuenta, escasa en esta temprana hora pero, según me dicen algunos habituales, más abundante según va avanzando la noche. A buen seguro que en este sentido nadie se sentirá indiferente en este local dedicado al buen rock and roll donde puedes escuchar desde un clásico como Gene Vincent hasta algo más contundente como puede ser AC/DC o algún que otro buen grupo de nueva hornada, que algunos hay por ahí haciéndolo bien, pasando que duda cabe por mejor rockabilly que haya existido o exista.
En la catedral está la imagen del Apostol Santiago, en el Rock Café Santiago la veneradísima de San Elvis Presley que está en los cielos.
Es posible que al visitarlo podamos ver que algunos elementos de su decoración pueden ser vistos muy similares en otros lugares y locales dedicados al rock de este mundo, pero si creo que puedo decir sin temor a equivocarme que en Compostela este Rock Café es único en su especie.
El Rock Café Santiago abrió sus puertas recientemente, concretamente el 11 de Octubre de este año al que ya le queda poco pero en este poco tiempo logró cosechar una muy buena clientela, y es que como cuenta mucha gente de la capital gallega "hacía falta un local así en Santiago" (cuando escucha esta frase a su propietario le asoma una lágrima por el ojo derecho, así que no se la digais mucho, tampoco es plan de tenerlo todo el rato con el pañuelo en la mano).
El Rock Café santiagués no tiene grandes pretensiones, según me comenta su dueño el proyecto es más bien familiar, o más bien así empezó, pero en estas cosas nunca se sabe, pero lo cierto es que si se nota, gente más cercana a sus clientes es muy díficil que la haya, siempre tratando de que te sientas como en tu casa (pero mejor decorada), a gusto, y sin ganas de irte.
Que no falte una buena rockola
No es difícil coincidir en Santiago y poder acudir a tomar algo al Rock Café, y es que esta peña abre desde las 8'00 horas hasta la 1'30 de Lunes a Miercoles, y de Jueves a Sábado la cosa se alarga desde las 8'00 hasta las 3'30 de la madrugada, así que hay un buen montón de horas para disfrutar de buen rock ¿o no? puedes incluso desayunar con rock, merendar con rock y terminar el día tomando copas a ritmo de rock, casi casi veinticuatro horas de rock non stop, bueno, si, si, que paren, que al día siguiente seguro que son muchos los que desean seguir escuchando rock, rock del de siempre, no esos inventos que algunos denominan así.
Lo mejor del lugar, además de lo dicho, y esto es a nivel personal, que a cada quien le puede gustar mucho más otra cosa: es un lugar donde puedes hablar tranquilamente, no hay nada atronando los altavoces, la música suena a un volumen agradable que te permite conversar mientras la disfrutas, en definitiva, pasarlo bien con tranquilidad.
Por lo demás no queda mucho que decir, las fotos están ahí para mostrar lo que hay, eso si, hay rumores de que si siendo aficionado al rock viajas a la ciudad jacobea y no visitas el Rock Café, unos tétricos tunos te golpearán con sus guitarras al ritmo de Clavelitos, te rajarán a panderetazos y colgarán tus intestinos (el grueso también) en las cancelas que la catedral tiene en la plaza del Obradoiro ¡y no es para menos! Que se sabe que por el local han sido visto unos cuantos tunos tratando de aprender a hacer buena música.
Long Live Rock 'n' Roll in Compostela.
PD. Parece que la noche de Fin de Año la celebrarán por todo lo alto.
No, en el Rock Café Santiago no hay bocatas de mortadela a 50 céntimos, eso si, los precios son más que normales en todo, que vi la lista.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios que falten de algún modo al respeto a los demás no serán publicados.