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31/10/12

Ruteando por la comarca del Ribeiro

Una vez vino una pareja a Vigo desde algún lugar fuera de Galicia y conversando con ellos me comentaban que les había parecido simpático pasar, en la provincia de Orense por un pueblo que se llamaba "Sandias" y por otro que se llamaba Melón. Les tuve que aclarar que no era "sandías" que era Sandiás, con acento en la a de as, también les comenté que al menos en Melón podían haberse parado un poquito, y es que merece la pena, claro que no siempre se tiene tiempo pero no es mal lugar para pegarse una rutilla guapa. Pero bueno, esto nos pasa a todos con cientos de pueblos, pasamos por la carretera, y aunque vayamos a cincuenta por hora como marcan las pertinentes señales de tráfico no nos enteramos de mucho más de lo que vemos: un par de bares, la farmacia, una iglesia y a veces el cuartel de la Guardia Civil, y a veces, como es el caso de Melón bien merece que busquemos algo más.


De entrada, cuando llegamos a Melón (y sabed que yo voy desde Vigo, o sea que entro por el oeste de la N-120) hay algo enorme que desde la carretera apenas se ve, el monasterio de Santa María de Melón, que la verdad, se encuentra en un estado bastante ruinoso, inclusive su iglesia que tiene un campanario con un reloj que al parecer y desde hace años marca siempre las siete menos veinte. No obstante si nos gustan este tipo de lugares no es mal sitio para darse un pequeño paseo mientras contemplamos las viejas piedras, que colocaron en aquel lugar canteros mediavales allá por siglos anteriores al XIII, y aún se pueden contemplar en él lugares con cierto misterio e incluso un palomar en bastante buen estado, si nos apetece incluso podemos tomar algo en la cafetería sita dentro de las ruinas,  no es mal lugar para un aperitivo. Quizás en unos años podamos contemplar mejor estas ruinas monacales que ahora están restaurando. Si acaso en esa cafetería o en el Bar Nelo que está en la misma carretera podemos informarnos un poquito de otros lugares a visitar.

Y es que tengo mis dudas de que si aquí os digo que casi frente a la entrada del monasterio hay un desvio que sube a una aldea llamada Tourón encontreis el camino fácilmente, aunque está bastante bien señalizado si se pasa rápido uno puede no haberse dado cuenta. El caso es que si subimos por este desvío hacia dicha aldea, por una carretera no muy buena, nos encontraremos al poco con una barrera y un cartel que están en un camino, allí mismo se puede ir caminando hasta las cascadas de Tourón que por aquí llamamos "Fervenzas" y lo digo porque encontrareis el cartel en gallego, así que no viene mal un poco de ojo con esto de los idiomas si venís de fuera. 

Esa barrera está generalmente bajada y la cosa tiene su truco, no, no hace falta que dejeis vuestras motos en la carretera a la buena de Dios (en verano si, pero el camino no tiene más de un kilómetro), si vais un día tranquilo de otoño no habrá mucha gente transitando ese camino que nos lleva a las cascadas, así que podeis levantar la barrera y meter vuestra moto, eso si, es un camino de tierra, con hojarasca y todo eso, así que cuidado, hay que hacer un poco de suave enduro pero se hace bien y se llega con moto al mismo pie de las cascadas, salvo que haya llovido y esté el camino un tanto embarrado.

En el camino que lleva a las cascadas de Tourón

La barrera se puso en ese lugar para que más bien en verano no entre la gente con coches y es que estas aparentemente apacibles cascadas encierran su peligro, la piedra es extremadamente resbaladiza y hubo muchos accidentes, incluso mortales, en los desniveles que el río Cerves forma mientras desciende desde la sierra del Faro de Avión hasta desembocar en el río Miño, y aquí, en melón salva en nada y menos 120 metros de caída cascada a cascada y poza a poza. Así que cuando llegueis a las cataratas os encontrareis con que se construyeron en la zona escalas y paseos para bordearlo y evitar que el imprudente de turno tenga la tentación de saltar a la roca y bueno, tener un accidente que además, debido a la orografía de la zona dificulta bastante el rescate, esto es serio, no salteis a la piedra, bastante gente mató ya, es engañosa, parece que no resbala y patina que es una maravilla. Es muy tentadora, se ve tan fácil de caminar, y las cascadas allí, tan hermosas, con esa agua tan fresquita para meterse debajo o simplemente tocarla... en fin ¿de verdad merece la pena el riesgo?

No es mala idea, aunque algo cansada, pasear por ese sendero que, si teneis muchas ganas de caminar, llega en descenso a la orilla del río Cerves hasta Melón pero bueno, posiblemente no sea plan, habría que volver a subir, y mucho, a por las motos, yo hice un trozo hasta la parte baja de estas cascadas y se puede encontrar uno con sitios verdaderamente de ensueño, eso si, después... hay que subir de nuevo.

En la parte baja de las cascadas de Tourón después de caminar un buen rato

Para visitar la parte baja de estas cascadas y pozas en el rio Cerves no tenemos, la verdad, que caminar tanto, si tomamos de nuevo nuestras motos y descendemos otra vez a Melón solo tenemos que cruzar el pueblo, y si acaso preguntar a algún vecino, por el desvío a las pozas de Melón, en cuanto lo tomemos al poco llegaremos a un pequeño merendero con bar y en verano con piscina, dejamos allí las motos y tomamos el sendero que veremos en el lugar y al poquito podremos caminar un rato, de nuevo a orillas del Cerves pero en sentido ascendente y disfrutar de algunas pozas y cascadas, eso si, no os fieis siempre de las fotos, ni tan siquiera de las mías, una foto bonita puede ser muy engañosa cuando nos topamos con la dura realidad. En todo caso un pequeño paseo por la zona merece la pena y si es verano no viene mal llevar bañador, en alguna de estas pozas podemos darnos un chapuzón  que a buen seguro resultará muy refrescante.

No es mal momento para quizás comer alguna cosa, yo ya sabeis que no recomiendo restaurantes, soy de buen diente y en general cualquier cosa me vale y no me apetece que aparezca alguien diciéndome que en tal o cual lugar que "recomendé" se come fatal, así que a buscarse la vida cada quien, podeis llevarlo de casa, un bocata en un bar u os acercais a Ribadavia que está a un paso y hay buenos restaurantes, el caso es que aún no se acabó esta pequeña ruta, hay mucho más que ver en Melón, así que desde estas pozas y cascadas que acabamos de ver seguimos rodando N-120 adelante con dirección a Orense y llegaremos al pueblo de Santa María de Quins, nada más entrar en esta parroquia de Melón conviene preguntar por los horreos (que por estos lares algunos llaman "canastros"), y es que hay dos grupos, uno que fotografía todo el mundo y otro que tampoco está nada mal aunque menos vistoso, el segundo está casi a la entrada del pueblo desviándose por una calle a la derecha, no es mal lugar para hacer alguna que otra foto, esta que veis al picar este enlace me hizo su gracia, y es que mira que viene gente de fuera a Galicia y cuando ve nuestros horreos pregunta para que son y que se hace dentro, pues ya veis para que son, misterio desvelado, para guardar maiz y en ellos se hacen labores propias como el desgranado de esta planta que en Galicia suele ser forrajera, o sea, para el ganado y los animales de la casa, no se suele plantar por aquí maiz dulce para consumo humano. El segundo grupo de horreos, aunque te indique cualquier vecino el desvío que está a la izquierda y un poco más adelante, justo donde está el indicador naranja chillón que te lleva al campo de futbol y un cartel tallado en madera que te indica que por allí se va a Vizenzo y a Negrelle, no es fácil de encontrar una vez tomado el desvío, así que no es mala idea preguntar una vez hecho esto a cualquier vecino por los horreos, aunque más o menos si seguís la carretera, sin apartaros dareis con ellos. Este conjunto de horreos en un altozano es más vistoso y con cierto toque de religiosidad ya que en el campo que los alberga hay un via crucis y tres cruceiros que tienen, los dos de los lados de la cruz principal, la particularidad de tener sus cruces torcidas, imitando así un poco los canteros la perspectiva de unas cruces inclinadas en una montaña como fue el Gólgota.

En los Horreos de Santa María de Quins

Sigamos un poco más, que aún no se hizo de noche y me quedan un par de horas de sol, Ribadavia, la capital del Ribeiro, está a un paso, tres kilómetros escasos y ahí podemos contemplar las ruinas de su viejo castillo y pasear un rato por el viejo casco antiguo que fue judería hace cosa de más de cuatrocientos años, antes de la expulsión de España de los judios, sin que faltase el pertinente "ajusticiamiento" de unos cuantos, podemos bajar a dar un paseo a la ribera del río que da nombre a este pueblo, el Avia, quizás a la vuelta nos apetezca disfrutar en la gran plaza de la villa de uno de los caldos que le dan justa fama a nivel hoy en día internacional. Es curioso que hace cosa de no muchos años no se encontraban vinos del Ribeiro fácilmente fuera de Galicia, es más, recuerdo que era complicado traerlos incluso de Ribadavia a Vigo, y es que según contaban los mayores con los cambios de altitud y de clima el delicado vino de esta tierra se "toldaba" o sea, que se estropeaba, supongo que la ciencia química y modernos alquimistas descubrieron como lograr que tal cosa no pasase, dicen que no hay mal que por bien no venga, puede que no disfrutemos ya, salvo en Ribadavia, de un ribeiro puro pero en cambio pueden disfrutar del sabor de Ribadavia en el mundo entero.

Y se acaba el día y se termina la romería, canta el dicho, así que toca ir volviendo para casa con la penumbra del oscurecer, así que a la escasa ya luz de la luna llena enfilo de nuevo la Arpía para Vigo, pero aún este lugar quiere regalarme algo, esa luna llena se recorta nítida en el cielo y los horreos y los cruceiros de Santa María de Quins siguen allí... vuelvo a ellos, será cosa de unos minutos nada más, y Galicia, generosa que cantó Eduardo Pondal, vuelve a regalarme un poquito de esa magia que siempre tiene escondida en algunos rincones que no suelen ser demasiado conocidos.

Espero que hayais disfrutado leyendo este pequeño reportaje sobre una ruta tanto como yo disfruté haciéndola. Y por si alguno no se dio cuenta de que picando en los enlaces puede ampliar datos y, ver las fotos que ilustran lo dicho aquí os dejo el enlace al grupo de fotos que hice por la zona.

Habrá más rutas en Biker Garaje, dadme tiempo, en todo caso si conoceis alguna que penseis que merece la pena ser descrita aquí no dejeis de hacérmelo saber en los comentarios, seguro que un día me encantará rodar por esos lugares que vosotros conoceis y yo no.

Evidentemente sentios libres de enviarme vuestras rutas favoritas o esa que hayais hecho y os impactó tanto, esos lugares que creeis que deben de ser conocidos por más moteros en cualquier lugar de España, con un texto normal y sin grandes pretensiones y con algunas fotos decentes tendré mucho gusto en publicárosla.

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