El legado de Marco Simoncelli

Leo un reportaje en El País, en él Carlo Pernat, representante de algunos pilotos de Moto GP y que lo fue de Marco Simoncelli habla de él, de su simpatía, de lo que lo quería la gente, en fin esas cosas que solemos decir, a veces piadosamente, de la gente que fallece (los hay que no piensan igual que él). No soy seguidor de las carreras de motos ni mucho menos, así que de estas cosas suelo enterarme más bien de oídas o porque suelo leer la prensa, tengo que reconocer que a Simoncelli lo conocí el día del fatídico accidente que se lo llevó de entre nosotros.

El caso es que sigo leyendo el artículo y según cuenta el Sr. Carlo, la familia de Simoncelli con su fallecimiento quedaba bastante desamparada, así que a Carlo Pernat se le ocurrió hacer una fundación con el nombre del piloto, nada nuevo bajo el sol, hay muchas fundaciones de deportistas que otrora fueron grandes que ayudan de muchas maneras a los más desfavorecidos, en ese caso también se ayuda de algún modo a la familia Simoncelli que trabaja en ella, su padre por ejemplo ahora mismo anda allá en Riccione (Italia) ocupado en montar un museo sobre su hijo que generará algún ingreso más. Lo que no solemos saber con frecuencia es a donde va a parar el dinero de estas fundaciones ¿de verdad ayudan a alguien o son un mero quedar bien y un "chupe" para cuatro?

En el caso de la Fundación Marco Simoncelli (Sic para los amigos) si lo sabemos, lo cuenta Pernat en el mentado artículo del diario El País: en menos de un año que lleva funcionando han recaudado un millón de euros que se invertirán íntegros en un hospital infantil en Honduras.

Se asombra el señor Pernat de que a la fundación llegan todos los días cientos de cartas de niños que aún siguen escribiéndole a Simoncelli "los niños lo adoraban" -dice- Creo que si la fundación que lleva su nombre sigue por el camino que va hasta ahora habrá muchos niños que sigan queriendo a Marco Simoncelli. No en vano ya existen por el mundo unas cuantas obras promocionadas por la familia Simoncelli siempre dirigidas a niños muy necesitados.

No es muy difícil echarle una mano a Marco Simoncelli allá en el cielo desde aquí, desde la tierra, su señor padre no pide demasiado para colaborar con ellos, una donación anual de 30 euros les llega, lo cual da alguna que otra ventajilla a los colaboradores, ventajas que suelen comunicarse el día del cumpleaños del piloto. La fundación suele obtener ingresos más sustanciosos de otras maneras como son la venta de marchandising o subastas que realizan de artículos conmemorativos que donan algunas empresas del sector motociclístico.