Un día se lo escuché a una mujer, supuesta motera, lo dijo tan tranquila: no puedo ir en la moto porque no está mi marido para sacármela del garaje. No pude evitar imaginar en el cielo llorando a todas esas mujeres que hace años, cuando los hombres decíamos que la moto era cosa de hombres, ellas se pusieron al manillar de una de aquellas máquinas y realizaron hazañas que aún hoy muchos varones no se atreven a realizar.
Siempre me pareció un poco irrespetuoso sacar una foto de una mujer semidesnuda, que generalmente no sabe nada de motos, para hablarnos de la moto. Eso me suena a fotografía para pajilleros por mucho que me lo quieran pintar de que la moza mejora la belleza de la moto y bla, bla, bla. Si una mujer de esas que dicen "no está mi marido para sacarme la moto del garaje" hace llorar a todas esas heroinas que pueblan el cielo y que se hartaron en vida de hacer kilómetros en durísimas condiciones, esto último me temo que hace llorar al mismo Niño Jesús en la cuna. Sobran hoy en día moteras, de las de verdad, que puedan ser fotografiadas a lomos de sus motos haciendo lo que más les gusta y para desnudos y semidesnudos... ya llega Interviu, Gran Hermano e Idiotas, Imbéciles y Viceversa.
¿Hablamos de motos y moteras o de mujeres recauchutadas al lado de una moto?
Reconozco, bien es verdad, que hay muchas mujeres a las que les gusta la moto, que quizás llegarían a comprarse una y rodar en ella, y que quizás no lo hacen por ciertos condicionamientos sociales que aún existen (cada vez menos, gracias a Dios) sobre mujeres y motos, aún en muchos conscientes e inconscientes se sigue dando eso de "es de hombres", y evidentemente hay hombres que tienen los huevazos de "prohibir" a sus mujeres el tener una moto, con razones de diversa índole, pero prohibir al fin, y lo peor es que ellas les hacen caso, así que no está mal que demos a conocer un poco la historia de algunas de estas pioneras y de mujeres a las que hoy en día el mundo se les queda un tanto pequeño para recorrerlo en dos ruedas y a veces a velocidades que muchos solo soñamos.
Esquema del funcionamiento del motor de ciclo Otto o de 4 tiempos
La primera motocicleta de la que se tiene constancia aparece en el año 1885, es la Daimler Reitwagen, creada poco después de que en 1876 Nikolaus August Otto, inventase el motor de combustión interna de 4 tiempos denominado "motor de ciclo Otto". En el año 1894 Hildebrand y Wolfmüller presentan en Munich la primera moto que se fabrica con fines comerciales y que mantienen en producción hasta 1897.
En 1927 aparece la publicación Cars and Motor - Cycles, en ella las Debenham Sisters (hermanas Debenham), Nancy y Betty tenían su propia columna con gran relevancia en la época. Apasionadas ambas del incipiente mundo de las dos ruedas comentaban lo siguiente en una de sus publicaciones:
"La motocicleta se está haciendo cada vez más popular entre las mujeres, pero hay todavía muchas almas tímidas que dudan en dar el primer paso hacia la libertad. Esto es más triste si tenemos en cuenta que ninguna chica que haya conocido las alegrías de la motocicleta ha renunciado voluntariamente a ella"
Las hermanas Debenham echando un pito en un descanso mientras rutean por ahí.
También comentaron lo siguiente:
"La motocicleta es ideal para la chica de negocios cansada. Salud y placer acompañarán en un bonito fin de semana por el campo o el mar. Puede recoger preciosos ramos de prímulas del bosque en lugar de comprarlos en marchitos racimos de un par de peniques"
Otra imagen de las gemelas Nancy y Betty
Ahí las teneis, dos mujeres de aquellos locos (y restrictivos para ellas) años veinte-treinta participando en pruebas motociclisticas y escribiendo sobre el mundo de la moto sin perder un ápice de feminidad (me llama la atención que usasen la moto para ir a recoger prímulas para, supongo, decorar sus hogares). No faltan imágenes y publicaciones que tratan de buscar ¡ya en aquella época! un nicho de mercado en el por entonces díficil de convencer para montar en moto en el mundo femenino:
Anuncio de BSA presentando a dos mujeres como posibles conductoras de sus motocicletas
La semilla estaba plantada, y en algunos casos no hizo falta ni plantarla que no son pocas que antes de estas publicaciones ya cabalgaban a lomos de sus ruidosas máquinas. Pero grano a grano se fue haciendo monte (y aún se está haciendo), muchas mujeres comenzaron a pensar que ellas eran muy capaces de hacer auténticas proezas en moto, al fin y al cabo es una máquina que te lleva y en la que no tienes que hacer más esfuerzos que sufrir el cansancio del viaje, para lo demás es mejor maña que fuerza. Vamos con algunas de ellas, las que por una razón u otra alcanzaron cierta notoriedad, pero no olvidemos a esas otras muchas anónimas que ruedan por el mundo sin afán de alcanzar la gloria del papel impreso, simplemente por su propio placer e intima satisfacción:
Avis y Effie Hotchkiss:
Avis era la madre de Effie (la conductora), vivián en Brookliyn, en Nueva York (en las películas de guerra el chico malo pero noblote siempre es de Brooklyn), un día se ve que estaban un tanto aburridillas y aprovechando que tenían una moto con sidecar decidieron salir a dar una vuelta. Después de dos meses y tras 14.000 kilómetros llegaron a la Fería Mundial de San Francisco. Se dijo de ellas que fueron las que inventaron que para los moteros la linea más corta entre dos puntos puede que sea la más corta pero que no tiene porque ser la más divertida. Fueron las primeras mujeres de las que se tiene constancia que cruzaron los Estados Unidos de costa a costa a lomos de una Harley Davidson modelo 11F de tres velocidades, motor en V y 61 pulgadas cúbicas (algo más de 150 cc) O sea... que ahora viene cierta prensa dándole importancia a hazañas de índole más bien estúpida y la verdad, se te queda mal cuerpo al acordarte de Avis y Effie.
Della Crewe:
Della es una mujer de Waco, en pleno estado de Texas. Un buen día Della se sacó el carnet, se compró una Harley Davidson del 1.914, la condujo por su pueblo y alrededores durante diez días y al décimo se dijo así misma que la llevaba de maravilla. Así que nada, lleno el sidecar de la Harley con algo de equipaje, metió dentro a su perro Trouble y se puso a hacer kilómetros 8.600 tenía la moto cuando terminó su periplo viajando por Texas, Oklahoma, Kansas, Missouri, Illinois, Indiana y Ohio ¿Qué por qué fue por esos estados? pues muy sencillo, iba a donde había eventos moteros, posiblemente de las primeras concentraciones de la época, eso si por caminos de polvo, barro y nieve que le hicieron pasar las de Caín y la señora Della exprimiendo al máximo los escasos caballos que le proporcionaban los poco más de 150 cc de aquellas Harley. Ah si, como quería ver mundo también se plantó en su moto en pleno Nueva York
Las Hermanas Van Buren:
Alguien por ahí estará con el colmillo goteando pensando que ir en una moto con sidecar es muy fácil (señal de que nunca condujo una moto con ese trasto en el lateral). Pues secad el colmillo. En el 1916 las hermanas Augusta y Adeline Van Buren se compraron cada una de ellas una Indian Powerplus y se largaron dos meses de Nueva York a Los Angeles en un trayecto que cubrió 8.900 kilómetros.
Es un tanto alucinante el motivo por el que hicieron tal cosa: querían convencer a los militares de que las mujeres eran capaces de servir como enlaces en el ejercito. Llegaron a ser detenidas por ¡llevar pantalones! Alguien las calificó como "bad bitches" que viene a ser algo así como "las malas perras".

Hay que tener en cuenta que para cruzar en aquellos años un país como Estados Unidos había que tener unos conocimientos muy amplios tanto en mecánica como en orientación con brujula y mapas muchas veces no demasiado fiables, ya que en las carreteras la señalización, e incluso el asfalto, brillaban a menudo por su ausencia. Lamentablemente nunca lograron el objetivo de servir en el ejercito de su país como enlaces. Ellos se lo perdieron, hubiesen sido mejores que muchos tíos.
Fay Taylour:
En el año 1924 esta irlandesa se convierte en "The Queen of the Speedway" (la reina de las pistas de tierra) o también la "Dirt track Queen". Fue una de las primeras pilotos profesionales en carreras motociclisticas.
¡Y eso que le prohibian competir! y es que aunque ella insistía, una vez tras otra se le denegaba el acceso a las pistas de competición por el mero hecho de ser mujer. En la Isla de Man aprovecha la ausencia de los comisarios de carrera para ponerse en la pista de Crystal Palace con otros pilotos, al final de la carrera y tras haber obtenido una buena calificación la gente alucinó un poco pero claro, de trofeo y reconocimientos nada de nada, era mujer. Su tenacidad fue usada por algunos industriales como herramienta publicitaria pero poco más. Imaginaos, poco menos que una mujer testaruda empeñada en meterse en un mundo de hombres. El no ser considerada nunca una verdadera competidora la hizo sufrir mucho y en no pocas ocasiones declaró que aborrecía un sistema absurdo que se veía obligada a soportar.
Fay y su Douglas
¡Ojo! que estamos hablando en aquellos años de un deporte de masas que en algunos circuitos podía congregar a más de 20.000 personas. Fay lo sigue intentando con todo el ahínco que puede y tras una larga lista de éxitos no reconocidos se marcha a Australia para competir entre los mejores, todo ello a pesar de que se le advierte del hecho de que las mujeres tampoco allí son admitidas en este tipo de competiciones.
Pero en la temporada de verano de 1.929 y ante su insistencia deciden darle una oportunidad, ella cambia su vieja Rudge por una AR DT Douglas de 500 cc, es la única competidora británica en las antípodas. Lo hace bastante bien, y poco después, en el 26 de Enero desbanca al favorito de la competición Sig Schlamm, en el circuito de Claremont. La temporada estuvo llena de éxitos llegando a superar incluso al campeón Reg West en Melbourne.
Cuando regresa de Australia y Nueva Zelanda se alza con el codiciadisimo trofeo Ashes y consigue batir la vuelta rápida que estaba en manos del norteamericano Ray Tauser.
En 1.930 y quizás debido a sus éxitos y al temor al rídiculo ante ella de muchos pilotos varones se prohibe la participación de mujeres en carreras de Speedway. Fay se pasa a los coches donde obtiene unos cuantos buenos éxitos también.
Como curiosidad: cuando empezó había sufrido un pequeño accidente por el cual tuvo que ser hospitalizada, aborreció tanto la fría y aspera bata que le dieron en el hospital que siempre fue a todas las pruebas con un pijama de suave raso en su equipaje.
La Douglas de Fay se encuentra en el Museo Nacional del Motor de Birdwood, en el sur de Australia.
Bessie Stringfield:
Jamaicana, de Kingston, se sabe que fue la primera mujer de raza negra (afroamericanos les llaman ahora, que hay que ser bobo del culo) que viajó en motocicleta a través de los EE.UU en solitario y dándo la vuelta al país en nada menos que ocho ocasiones. Rodó durante 60 años para lo cual utilizó 27 motocicletas Harley Davidsón, trabajó como mensajera del ejército americano durante la segunda guerra mundial y fue apodada La Reina de la Motocicleta de Miami.
Y esta mujer es que merece también detenerse un poco más, que fue pionera en varias cosas:
Huerfana a los cinco años, es adoptada por una solterona, se sube a los 16 años a su primera moto (una Indian Scout). Fue la única mujer en el servicio motorizado de correos del ejercito.
Se traslada en los 50 a Miami y tiene la ocurrencia de fundar un club motero que se llamó Iron Horse Motorcycle Club, así que además de ser conocida como La Reina de la Motocicleta de Miami también lo fue como La Reina Negra, de la motocicleta y de Miami, claro.
Imaginad la película: en los años 50 en la mitad de los estados de EE.UU estaba en vigor la segregación racial y una negra por ahí adelante en moto para arriba y para abajo tenía que tener problemas: en más de una ocasión la derribaron de la moto.
En el año 1953 participó en una carrera disfrazada de hombre ¡y ganó! cuando iba a recoger el premio se descubrió el pastel, y se lo denegaron.
Sufría un problema de corazón, literalmente su corazón era demasiado grande y eso al parecer tan hermoso si hablamos en plan poético, cuando se trata de la realidad es un problema, así que los médicos le recomendaron en más de una ocasión que dejase de correr en moto, les dijo que no "que si dejaba de montar en moto, dejaba de vivir".
Falleció en 1.993, con 82 años de edad, lo cual corrobora que posiblemente las motos sean saludables para el musculo cardiaco.
Theresa Wallach y Florence Blenkiron:
Corre el año 1.935 y estas dos chicas están un tanto aburridas en su Londres querido, aquí en Europa y tal, Theresa tiene una Panther de 600 cc con sidecar y un curioso remolque, así que se preguntan una a la otra porque diablos no salen a dar un paseo en moto y... Después de siete meses durante los cuales cruzaron toda Africa (si claro, desierto del Sahara incluido), se plantan en Ciudad del Cabo tras haber recorrido 12.000 kilómetros. No, en Africa por aquellos años no había carreteras, no llevaron brujula (para perderse a gusto) y solo un año antes, en el 34 algún vehículo había logrado cruzar todo el continente africano... eh... si, si, fueron las primeras mujeres en cruzar Africa en una moto.
Imaginaos, si las hermanas Van Buren necesitaban conocimientos de orientación y mecánica los de estas dos pues igual, pero multiplicado por latín, y a su lado posiblemente Bear Grill sea un aprendiz de superviviente ¿Eres capaz de imaginarte hoy en día en medio de la nada africana con un par de bujías rotas? pues eso, de aquella debía de ser la releche la aventura.
Dorothy "Dot" Robinson:
Dot lo tuvo un poco más fácil que otras, pero no deja de tener su mérito. Su padre era piloto y diseñador de sidecares, así que ya de bebé posiblemente Dot anduviese por el taller de papá chupeteando bujias y llenandose de grasa para grave disgusto y quebranto de su mamá. De hecho realmente esta mujer montó en moto antes de nacer, y es que cuando su madre se puso de parto, James Goulding, su señor padre, la llevó al hospital en el sidecar de su moto.
Nacida en Australia en 1912 sus padres se trasladan a los EE.UU en 1918 donde sus progenitores se establecen en Saginaw (Mitchigan) donde regentan un próspero concesionario de motocicletas, Dot comienza a montar en moto a una edad muy temprana.
En 1930 su padre y ella se inscriben en una prueba de enduro, las burlas son brutales... la mujer y el viejo, bla, bla, bla, pero quien tuvo retuvo y además pasó buenos genes: la niña y el viejo se alzan con el primer premio que para eso llegaron los primeros a la linea de meta.
La mujer y el viejo que... dejaron a todos atrás
Alguno dirá que si, que vale, pero que solo es una niña con posibles gracias a papá y que por eso gana... va a ser que no, en 1940 se apunta a la carrera alpina Jack, en la categoría de Sidecar, en este caso ella es la conductora y su padre va en el side, se convierte en la primera mujer en ganar un Nacional de la AMA (American Motorcyclist Asociation), la carrera la comenzaron 51 pilotos, solo terminaron 7 ¿tuvo su mérito la niña pija si o si? Bueno, pues si no llega volvió a repetir gesta en el año 1.946.
Con papá haciendo de copiloto en un enduro con sidecar.
Cuando estudiaba educación secundaria trabajaba a ratos en el concesionario y un buen día conoció a su marido Earl Robinson, que para enrrollarse a la moza tiene la ocurrencia de enseñarle a montar sobre una Harley. Terminaron casándose y trasladando con el tiempo el concesionario de papá, ya jubilado, a Detroit, donde a pesar de la Gran Depresión continuó siendo rentable, el concesionario estuvo abierto hasta 1971.
Dot a la derecha, a la izquierda su hija Betty en una ruta de las Motor Maids
Se pasó la década de los 30 compitiendo en carreras de resistencia, ella solita ganando incluso los campeonatos estatales de Michigan y de Ohio. Se preparó a fondo para la Carrera de Resistencia Nacional pero el director de la AMA se lo puso todo muy complicado con bobadas y pijadas, porque era mujer claro, pero mira tu que Dot se puso manos a la obra y juntó miles de firmas abogando por la participación de mujeres en esta competición. No fue muy ortodoxa con la entrega: las juntó todas, las metió en una caja de cartón, se fue al despacho del fulano y se las tiró por encima, y como lo cortés no quita lo valiente después se hicieron amigos y hasta colaboró fructiferamente con él en algunos temas de la AMA como la creación del museo de la fama, donde con los años figura ella también por méritos propios, y es que no en vano participó posteriormente en un buen puñado de maratones de 24 horas en moto donde obtuvo muy buenos resultados, y por si toda esta actividad no fuese suficiente también sirvió como correo motorizada durante la Segunda Guerra Mundial al ejercito americano.
Durante toda su vida recorrió sobre dos millones y medio de kilómetros en moto, y siempre tratando de demostrar que moto y feminidad no eran incompatibles, tanto es así que cuentan que siempre aparecía impecablemente arreglada y maquillada, su empeño era ser toda una dama incluso montando en moto (y ganando competiciones sin despeinarse demasiado). Un buen día ya mayorcita tuvo la idea de cambiar el cuero negro por el rosa para ser más coqueta, no le alabo el gusto pero sobre colores no hay nada escrito y a una venerable anciana bien se le puede no tener en cuenta alguna excentricidad.
Os suenta el Motor Maids of America (algo así como "las siervas del motor"), bueno, pues es el primer club motociclista femenino del mundo creado en 1.940. Iniciaron la andadura de este club cincuenta y una mujeres entre las que se encontraban además de Dorothy su buena amiga de correrías y cofundadora Linda Dugeau, hoy en día sigue existiendo y lo conforman 1.200 mujeres que no dejan de tener como ejemplo a Dot en cuanto a mostrar su cariño y afición por el mundo de las dos ruedas por todo el territorio de norteamérica, si si, desde la frontera norte de México hasta el norte de Alaska hay Motor Maids. Ahí siguen rodando, con el espiritu de su fundadora, y siendo respetadas por todo el mundo, no en vano no es raro verlas en distintos eventos en EE.UU abriendo o cerrando desfiles de actividades moteras como muestra de respeto hacia ellas y a sus fundadoras:
Las Motor Maids Inc.
En 1998 tuvo que dejar de montar en moto por un problema en una de sus rodillas, falleció un año después habiendo rodado en 35 motocicletas a lo largo de toda su vida.
Con las señoras mayores no se discute de colores, si a ella le gusta bien está.
La Señora Robinson está considerada en los EE.UU "La Primera Dama del Motociclismo", tanto por sus logros competitivos como por haber sido y seguir siendo un gran estandarte de visibilidad de todas las moteras del mundo.
Sally Halterman:
Sally Halterman no pesa más de 39 kilogramos y es realmente canija pero a testaruda debieron de ganarle pocos.
¡Ni siquiera mides un metro y medio! le decía el encargado del asunto de conceder carnets de conducir moto en Washington D.C, y para rematar le rechazaban la solicitud alegando que solo pesaba los susodichos 39 kilos de nada.
Sally en su Harley, que pesaban por aquellos años como cuatro tres o cuatro veces más que ella y se arrancaban "a patada"
Tampoco era grave la cosa, que de aquella las leyes eran muy así, y esa mujer tan menudita llevaba ya unos años conduciendo motocicletas, pero oye, que se diría ella ¡para una vez que quiero hacer algo legal y van y no me dejan! Había más mujeres por los EE.UU conduciendo sin carnet, simplemente no se los otorgaban o les ponían mil y una excusas para no hacerlo, así que a lo mejor algo le debemos, sobre todo las féminas moteras, a la pequeña Sally cuando decidió dar el paso de sacarse el carnet de conducir una motocicleta.
Le pusieron excusas de todo tipo, primero que era muy joven, después que pesaba poco, y todo ello a pesar de pasar con toda la tranquilidad del mundo todas las pruebas teóricas pero... ¡no le dejaban hacer las pruebas prácticas.
Lo bueno que tenían por aquellos años las motos es que también eran bajitas, igual que Sally ¿cual era el problema?
Así que llamó a un letrado y acompañada por él se presentó el 10 de Septiembre de 1937 por enésima vez en las oficinas de tráfico que le correspondían para el asunto de sacarse el carnet. El funcionario suspiró hondo para armarse de paciencia, allí estaba de nuevo la pequeña y tozuda Sally que llevaba desde el año 28 rodando en moto y sin carnet y empeñada en obtenerlo.
El abogado de Sally tenía argumentos legales para obligar a los funcionarios a examinar a Sally de la parte práctica de conducir una motocicleta pero el funcionario encargado de hacerlo se negó en redondo:
-¿Como me voy a subir con una mujer en una moto? ¿quereis que me mate o qué?
-no pasa nada, señor funcionario, no se nos vaya de bareta por la pierna para abajo, usted no suba, mire como conduce Sally y resuelva.
Y así lo hicieron, y Sally -lo vieron todos- condujo tan bien aquella moto que al funcionario no le quedó más remedio que decir "Señora, pilota usted tan bien como lo haría un hombre, su conducción es equilibrada y conoce muy bien la máquina".
Y a Sally se le puso una sonrisa de oreja a oreja, casi se le salen las lágrimas de alegría ¡iba a tener su ansiado carnet de conducir!
Pero el empleado no había terminado, así que añadió: "Pero no le he visto arrancar la moto, así que no puedo concederle el permiso".
Sally apagó la moto, puso su pie en el pedal de arranque, lo pateó y la moto rugió de nuevo, después Sally, a voz en grito, le llamó de todo al funcionario menos bonito. El señor funcionario agacho la cabeza, se tragó sus palabras, asombrado quizás de que una chica tan pequeña pudiese dar semejante patada y posiblemente imaginando la diminuta bota estrellandose en sus dientes, y concedió el carnet de conducir a Sally.
En fin, podría seguir escribiendo largo y tendido sobre un montón de mujeres moteras que fueron más allá del mero hecho de montar sobre una motocicleta en sus ratos libres, que hicieron grandes hazañas a lomos de sus máquinas pero ¿para qué escribir sobre escrito? PICANDO AQUÍ podreis leer sobre algunas más.
Y no, no todas son americanas o inglesas, las hay de muchos lugares, podemos encontrarnos con la brasileña Dany que partiendo de España ya lleva unos cuantos países europeos recorridos. La asturiana Judith Obaya que se ha metido entre pecho y espalda más de 27.000 kilómetros recorriendo el continente europeo por la cosa.
Alicia Sornosa
Supongo que no hace falta que os cuente a estas alturas de la película quien es Alicia Sornosa, si hace falta no perdais tiempo PICAD AQUÍ que os lo cuenta ella todo sobre casi literalmente vivir a lomos de una motocicleta. La primera española en dar la vuelta al mundo en una moto, ahí es nada.
También os puedo hablar de Cathy Birchall, ciega, con cáncer, y ahí anduvo, gracias a su marido Bernard disfrutando de la moto alrededor del mundo.
Alguno dirá que hay pocas españolas en todo esto, pero oye, se hace lo que se puede, en este bendito país hasta no hace mucho eramos de misa diaria, genuflexión ante el clero y respetuosos con el que dirán, no era nada fácil que una mujer saliese por su cuenta montando en motocicleta y viviendo su vida en libertad, pero ya hace tiempo que van aflorando chicas como la piloto María Herrera, que oye, jovencita y tal pero tener que escuchar eso de "como te gane una chica", tiene que doler en el amor propio. Tenemos también a Elena Rosell en Moto 2. Evidentemente tampoco podemos olvidarnos de Laia Sanz que ahí anda por esos desiertos de Dios nuestro Señor pasando calores y sufriendo lo suyo para darnos un poquito de que presumir a los moteros y moteras españoles.
Pero, se estará preguntando alguno ¿de verdad que no hubo antaño ninguna mujer española montando en moto? ¿alguna que haya hecho algo sobre una motocicleta en la historia de esta vieja piel de toro?
Bueno, España es diferente (y dolorosa para algunas cosas), pero no tanto tampoco. Al menos hubo una (y si sabeis de más no dejeis de hacernoslo saber, será un placer):
¿Os suena de algo una tal Zenobia Camprubí Aymar? ¿no? A ver que ponemos una foto de ella montada en su moto:
¿Os suena ya? ¿Aún no? ¡Caray! pues mira que fue famosa, a ver, pongamos otra foto de ella con su marido, marido que todo hay que decirlo pero era bastante refunfuñon y rarito, de hecho no son pocos los que aseveran que Zenobía sufrió mucho a su lado, eso si, porque ella quiso, dicen que se autoimpuso como misión idolatrar y servir a este hombre mucho más allá de lo normalmente aceptable.
¿Os suena ya? Pues si, era la esposa de un tal Juan Ramón Jimenez, un señor de Moguer, allá en Huelva que escribió entre otras muchas cosas aquello de Platero y Yo (¡ojo! el grupo musical es otro, se llama Platero y Tu, y no tiene nada que ver con Juan Ramón) y que se llevó un premio Nobel de literatura y tal. Seguro que ya sabeis de quien hablo, además podeis picar en los enlaces para saber más.
Bien, pues Juan Ramón era un poco raro de más, solía quejarse por todo, protestar por todo, y en fin... que había sido criado como un puñetero niño mimado, así que cuando las cosas venían mal dadas, se enfurruñaba y pasaba de todo, sin embargo Zenobia Camprubí era mujer liberal, poco dada a quejas y desasosiegos, así que tiraba de él todo cuanto podía y un poco más.
El caso es que la gente de la España republicana quería ver a Juan Ramón para esto o para lo otro, ya sabeis, conferencias, comparecencias, actos culturales, etc. y él no quería ir, entonces entraba en funcionamiento su señora, quiero decir SEÑORA así con mayúsculas, agarraba la moto esa de la foto superior, subía a su Juan atrás y ella tiraba por aquellas polvorientas carreteras, más bien caminos, y lo llevaba para un lado y para otro, cuentan que se metió muchos kilómetros en el cuerpo a los mandos de la vieja máquina y con su amadísimo Juan protestando por todo en la parte trasera.
Como duele este país, si algo así hubiese sucedido en un EE.UU o en un Inglaterra ¿os imaginais donde estaría esa moto? Spain is Diferent, very, very, very diferent, de la moto no se sabe nada pero... ¿Qué se puede esperar de un país que no conserva ni una sola morada de los grandes de las letras del Siglo de Oro? en fin, triste, muy triste.
Más mujeres españolas de las de antaño a lomos de una moto, pues si, alguna que otra hay, pero tenemos por ejemplo a Carmen Viñals, que allá por el año 1933 fue la primera mujer española en participar en una competición de Dirt Track, corría, y bien en el viejo estadio de Montjuic, también lo hizo en el del Atletico de Madrid, después... vino la guerra, la dictadura Franquista, la vuelta al poder de las sotanas, mi mujer hace lo que yo digo y punto... ¿qué pena verdad? Vamos, que lamentablemente Carmen solo pudo ser un luminoso rengloncito en la historia del motociclismo femenino español, pero ahí está, para salvarnos un poco la honrilla.
Claro que Carmen o Zenobia condujeron motocicletas porque antes, una mujer peleó lo suyo por algo tan simple como el carnet de conducir. Nosotros también tenemos a nuestra particular Sally, lo que pasa es que no es de Madrid o Barcelona, es una mujer de un pueblito de la montaña leonesa, concretamente de Puebla de Lillo. Corre el año 1.925 y comienza la dictadura de Primo de Rivera, un tipo arbitrario y con muchos deseos de emular el fascismo italiano, pero claro "a la española", o sea, muchos curas con autoridad y mucho yo mando y tu obedeces y la mujer es un cero muy a la izquierda, imaginad, imaginad...
Catalina García
Y nuestra leonesa que se llama Catalina García que está harta de bajar truchas de no se que río a no se donde para que en un camioncito se las lleven a Madrid y decide que no es mala idea hacerlo en coche. Imaginad, imaginad... Imaginad todo lo que querais en contra de Catalina porque todo es posible, no hay nada escrito pero ¿verdad que nos imaginamos fácilmente lo que pudo sufrir una mujer de un pueblo leones que pretendía romper ciertos moldes? A buen seguro que lo de Sally en los EE.UU le daría risa de haberse enterado. Pero el caso es que aquel año de 1925 y al segúndo intento (en el primero estropeó las puertas del coche en un golpe que se dió al pasar la puerta de la vieja muralla de Molino de Sidrón), Catalina se sacaba su ansiado carnet de conducir para poder bajar las puñeteras truchas más cómodamente y que los madrileños fuesen felices degustándolas en la capital. Catalina llegó a conseguir una linea de transporte y todo con el paso del tiempo, a lo largo de su vida condujo dos coches, el primero matricula LE-934 (qué lo compró antes de tener carnet), y el segundo un Hispano Suiza LE-1634. La siguieron otras mujeres en esto del carnet de conducir: Matilde Cantos en Granada y la ferrolana Paloma Antón son de las pocas que hay constancia. Lamentablemente no hay, o al menos yo no la logré obtener, constancia de la primera mujer española que obtuvo un carnet de conducir motocicleta y sus vicisitudes. Algún trabajo tiene que quedar para vosotros.
Siempre pudieron
Si en algún momento dais con esa primera mujer española que sacó el carnet para disfrutar de una motocicleta será muy interesante que dejeis todos los datos posibles en los comentarios de este blog y bueno, ni que decir tiene que sois muy libres de comentar y contarnos si tuvisteis una madre o una abuela que antaño rodó por esos mundos de Dios a lomos de su motocicleta, para eso están los comentarios, para que se puedan ampliar estos reportajes. Gracias por colaborar.

Otra genial clase de historia motociclista.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista una gran labor de investigación.
Mi abuela cumple este año 93 primaveras, y allá por el año 1940, si no antes, hizo su luna de miel en moto XD
ResponderEliminarFantástico artículo, gracias!
ResponderEliminarMe ha encantado descubrir a estas reinas de la motocicleta. Pioneras y valientes... ahí estamos las nuevas generaciones , disfrutando del asfalto ,gracias a ellas...
ResponderEliminarGracias, gracias, mil gracias!! Por este increíble artículo que nos reivindica a las moteras.
ResponderEliminarSi me das permiso quisiera replicarlo en mi blog:
http://lilith-cyborg.blogspot.com.ar/
Por supuesto que puedes publicarlo en tu blog, siempre que nos pongas un enlace aquí no hay problema. Muchas gracias.
EliminarMuchas gracias a todas por vuestros comentarios, y esa abuela que vivió su luna de miel en el 40 a lomos de una moto seguro que tiene muchas historias que contar.
ResponderEliminarGenial ,siempre supe del valor y garras que tienian esas mujeres de antaño , por eso mis respeto a todas .
ResponderEliminarHola! hay una chica Argentina que realizo este viaje en una Honda Biz!
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/belenyfilomena/?fref=ts
Gracias por hacernoslo saber.
EliminarGenial este artículo sobre mujeres motoristas, ha sido un placer leerlo y lo voy a difundir, tiene un gran trabajo de documentación. Muchas gracias.
ResponderEliminarMe gustaría incluir a otras españolas como la asturiana María Elsi, que el pasado año viajó en solitario desde Asturias hasta India, otra contemporánea cumpliendo sueños y amando las dos ruedas. O la zaragozana Belén Manero, que llegó hasta Cabo Norte con una moto de 125cc y ahora, en su 650 cc no para de trillarse Europa. (las podéis encontrar en FB)
En América del Sur puedes encontrar a otras aventureras sobre ruedas como Belén Aspiro, o "Hasta Luego Catalina" otra viajera de baja cilindrada que recorrió el norte y sur de su continente...
Gracias por esta pequeña luz sobre nosotras que siempre andamos bajo las sombras de los hombres, mostrando siete veces más lo que hacemos, para que se vea una sola vez.
Motoviajeras...haberlas hailas, como las meigas...
Excelente trabajo. Muchas gracias.
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