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25/11/14

El hijo de Steve McQueen es un canalla

Muchas actividades humanas que se realizan de forma más o menos gregaria tienen su iconos, y el mundo motero no iba a ser menos que otros. Steve McQueen, por su vida, por ser motero y por hacerlo constar en muchas de sus películas de forma fehaciente es uno de esos iconos moteros clásicos, independientemente de ser también icono para otras gentes por su forma de actuar, de vivir la vida o por las circunstancias que sean. Ahora salen con que Steve McQueen fue un canalla, lo cuenta su hijo Chad McQueen.



Cualquiera que seamos más o menos fans de Steve McQueen tenemos la imagen de él que nos dejaron sus películas, quizás alguna entrevista o algún libro, o sea, disponemos de los datos que él deseaba que dispusiesemos. Y como dijo en su momento Monica Bellucci refiriéndose a ella misma, los actores, y esto puede ser aplicado a diversos artistas, nos venden un sueño, no una realidad y como tal debe de ser tomado lo que tienen a bien darnos, no como un ejemplo a seguir ni mucho menos, ya que cada quien, en la medida de sus posibilidades, podrá ser como era Steve McQueen en el cine o no, pero tratar de imitarlo a todo trapo también me temo que redundaría en una falta de personalidad tamaño gigante.


Si nos quedamos con lo que permitía ver Steve McQueen en sus películas, y llendonos al campo motero, nos podriamos quedar con un tipo duro a la vez que simpático, limpio, noble y que en buena medida no descuidaba su aspecto personal. Salir de aquí es entrar en un terreno que ya no interesa, a partir de esto Steve McQueen ya no nos proporciona un sueño, a partir de aquí nos vamos a su vida privada y desaparece el King Cool, como fue etiquetado en su día por la industria del cine, y se dejaría ver el hombre corriente, el que podemos ser cualquiera en nuestra normal vida diaria, con nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestros defectos y posiblemente algunas de nuestras virtudes, nada del otro mundo. Steve McQueen pasaría de ser el que se burla con sumo cachondeo de los nazis en La Gran Evasión, dotándonos a todos de un a pizca de deseo de libertad a lomos de una moto, para ser nosotros mismos comparando el precio de la fruta en un supermercado de barrio.



Pero eso si, siempre hay canallas que se empeñan en rompernos el sueño, en jodernos la ilusión, el canalla en este caso es su hijo Chad McQueen, a quien no se le conocen grandes talentos de ningún tipo (dice que es productor y actor) salvo el que le acaba de aparecer: airear las mezquindades de su progenitor a los cuatro vientos para tratar de ganarse algún dinerillo, lo que no sabemos es que una vez aireado algo que, la verdad, a estas alturas no creo que importe demasiado ¿de que va a vivir este pobre diablo? 


Dicen ahora, tras saber lo que cuenta Chad que Steve McQueen era un canalla, no lo se, su hijo podría estar mintiendo con bastante tranquilidad, no hay mucha gente a estas alturas para desmentirlo, pero aún si así fuese, al menos por la vida llevada Steve sería un canalla con cierta justificación, un hijo de perra si, es posible, pero con pedigree, vamos que la vida lo hizo así y lo sobrellevó como pudo posiblemente para sufrimiento propio y ajeno, al fin y al cabo no todos podemos ponernos en la piel de un tipo que nace con una madre prostituta y alcoholica, abandonado por su padre y que cada dos por tres ve como a su madre le zurra un tipo que además le saca el dinero.


Lo de Chad McQueen es también de canalla, de hijo de puta, pero sobrevenido, de inútil que no sabe hacer nada y vende lo que menos se debe de vender, las vergüenzas de sus progenitores sin tener motivo, porque si, y es que como él mismo relata, a su padre le faltó cariño en su juventud pero a él no, que ese malvado Steve McQueen que nos presenta, según cuenta Chad, se lo dio todo a él, y sin embargo, paga con esa mala moneda lo que se hizo por él. Espero que le dure y gane mucho, porque después ¿qué? ¿una vez vendida la miseria de su señor padre de que vivirá este pobre desdichado? ¿No habría mejores formas de vender la vida de su padre que airear su miserabilidad?

No os cuento lo que dice, que ya está contado por revistas especializadas en marujeo disfrazado de cultura. Lo podeis leer picando aquí, y también aquí.


Imágenes de los últimos meses de Steve McQueen en vida acompañado de la modelo Barbara Minty

Particularmente prefiero obviar la mezquindad del retoño de Steve McQueen y quedarme con la entrevista que en su día le hicieron a su última esposa, a Barbara Minty. Contaba Barbara que cuando a Steve le detectaron el cancer de pulmón que lo llevó a la tumba le preguntó a ella que prefería, si verlo a él intentando curarse y perdiendo el tiempo o salir y disfrutar de lo que les quedaba juntos en una vieja camioneta Ford que tenía, Barbara le dijo que era mejor que tratase de curarse pero él optó por la opción de la camioneta y disfrutar ambos de lo poco que le quedaba viajando por ahí. 

Ultima foto tomada por Barbara McQueen Brunsvold a Steve McQueen

Llegando casi al final de su existencia, humano era como cualquiera, tuvo miedo, buscó consuelo con amigos religiosos y hasta acudió a un curandero en méxico de esos que prometen milagritos a diestro y siniestro. gran actor, icono en el mundo de la moto y del motor, contradictorio, generoso, mezquino, valiente, cobarde y pongamos que canalla: puramente humano. Motero hasta la médula. Lo demás, a estas alturas, poco importa.




Seguro que a cualquiera se nos viene a la cabeza Steve McQueen intentando saltar, a lomos de una moto, la concertina que separaba Suiza de Alemania en la película La Gran Evasion (The Great Escape, en versión original), pero quizás pocos sabemos que su personaje de Virgil Hilts (Hilts para los amigos) está basado según cuentan las crónicas hollywoodienses en dos personajes reales que con sus constantes fugas dieron muchos quebraderos de cabeza a los nazis durante la II Guerra Mundial. 


Steve McQueen caracterizado como Virgil Hilts

Por un lado está Bill Ash, un piloto oriundo de Texas que protagonizó 13 fugas a cada cual más rocambolesca, y por otro David M. Jones que en la vida real dirigió verdaderamente la construcción del tunel "Harry" mientras era prisionero de los alemanes en el Stalag Luft III en las proximidades de la ciudad polaca de Sagan, en la Baja Silesia. Lo de Steve McQueen escapando en una moto robada a los nazis fue cosecha propia de Steve, a ninguno de los dos protagonistas reales de marear tanto a los nazis se le ocurriría tal cosa porque sencillamente... al primero no se le daban bien las motos como reconoció en su momento, y del segundo no hay ni constancia que montase en moto en la vida.

La moto, supongo que cualqur ojo atento se habrá dado cuenta de que la moto, robada a un soldado alemán, no es como debería de ser una BMW de las usadas por el Ejercito Nazi (las muy fiables e imitadas BMW R71 o las R75, o la aún más usada Zündapp KS 750), se trata de una Triumph TT Special 650 que además comercializó en los 60s y 70s, así que malamente podría estar rodando durante la II Guerra Mundial ¿Y por qué no se usó una BMW? pues muy simple, lo contó Steve McQueen en su día al escritor Willian Nolan (traduzco yo a mi bola, advierto): "Teníamos cuatro motos para la película, yo estaba acostumbrado a una Triumph TT Special 650, así que la pintamos de verde oliva y le pusimos un portaequipajes y un asiento que simulase en algo a las BMW Guerra. No pudimos usar una auténtica BMW de la época debido a las velocidades a las que estábamos corriendo, tenían un chasis rígido y no se podía soportar ese castigo en las zonas donde se hacían rodar". 


Bud Ekins el segundo por la derecha, rascándose la cabeza, al lado de Steve McQueen

No faltan páginas webs que cuentan que la escena de la persecución la rodó en su totalidad Steve McQueen. Nada más lejos de la realidad, hay partes en las que si corre Steve con la TT Special 650 pero... las menos arriesgadas, en las que hay riesgo real de caida, a pesar de que Steve era un buen endurero, no se le permitió realizarlas por temor a una lesión y la consecuente suspensión o paralización del rodaje. Estas escenas más peligrosas las realizo el especialista Bud Ekins, pero eso si, para redundar más en darle peculiaridades al rodaje de La Gran Evasión cuando Bud Ekins va en moto fingiendo ser el Capitan Hilts, en alguna de las perseguidoras va Steve McQueen en algún momento, con lo cual, resulta que Steve se persigue así mismo, claro que debido a eso que llaman magia del cine ni nos enteramos.



Supongo que habrá mucha gente interesadísima en conocer las miserias de un tipo como Steve McQueen, yo prefiero quedarme con su forma de interpretar, que al fin y al cabo es lo que nos hace soñar con otras formas y modos de vida ¿y tu? ¿con que lado te quedas? ¿Prefieres su miseria o su grandeza?

2 comentarios:

  1. Yo me quedo con la grandeza, que aun ante la muerte no fue cobarde, con el padre que dio, sin haber recibido, con el que se atrevió y a muchos no ayudo a soñar con sus personajes y que ayer y hoy se recuerdan sus exitos, Un inmortal del cine

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  2. En verdad me quedo con el extraordinario actor que yo admiré y admiro uno de los mejores de todos los tiempos lo demás no me interesa saberlo.

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