Pues resulta que allá por el año 1984 la firma japonesa Kawasaki presentaba en el mercado toda una innovación, totalmente carenada ella, con su chasis de diamante, cuatro cilindros en linea transversal, 900cc cúbicos de potencia, culata DOHC de cuatro válvulas, distribución lateral, alternador situado detrás del bloque de cilindros, 115 cabllos de potencia a 9.500 vueltas… en fin, la releche sobre el asfalto, era la primera Ninja.
Y treinta años depués, ahí sigue el monstruo, en el mercado, bastante mejorada con respecto a aquella GPZ900 R y más veloz, pero en primera linea de ventas y de usuarios.
Así que nada, como los nipones de Kawa están de aniversario con este modelo se les ha ocurrido que la mejor manera de celebrarlo es sacar al mercado 300 unidades ¡Solo 300! debidamente numeradas y registradas para que los aficionados a la marca y al modelo puedan tener algo casi único e irrepetible.
El modelo que sacarán, así numerado del 1 al 300 será, lógicamente, la última de las Ninjas que por el mundo ruedan desde hace seis lustros, que se dice pronto: la Ninja ZX-14R.
Según cuentan la Ninja ZX-14R es ahora mismo la moto de serie más rápida del mundo, y el modelo conmemorativo parece que promete. De entrada saldrá al mercado con los colores de la primera GPZ 900 R, el Firecracker Red (o sea rojo fuego) y el Metalic Graystone (color piedra, en traducción muy libre, o sea, el gris metalizado de toda la vida), estos colores se complementarán con algunas lineas doradas. Cada una de las trescientas máquinas niponas montarán un motor de cuatro cilindros en linea de 1.441 cc refrigerado por agua, DOHC, cuatro válvulas por cilindro, y todo esto producirá, así como quien no quiere la cosa 200 caballos de potencia, que serán controlados, para evitar que se desboquen todos a la vez, por una caja de 6 velocidades. Para controlar mejor a toda esta caballeria la ZX-14R viene con suspensiones ajustables, control de tracción y ABS. Vamos, tal cual la veis en las imágenes que podeis ampliar para una mejor contemplación:
Y ahora, digo yo, que estaba pensando: todo esto de numerar trescientas motos y venderlas a los que admiran y quieren esta marca y modelo está muy bien pero ¿por qué nunca una casa de estas tienen la ocurrencia de fabricar una moto conmemorativa única e irrepetible y sortearla entre el personal? me da a mi que eso si sería un detallazo y no el rollito ese de ponerle numero a motitos para… vendernoslas más caras.
Fuente: diario El Comercio.

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