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27/2/14

Rodando por la raya: Parque Nacional Peneda-Gerês y la Baixa Limia.

Llamamos "raia" en Galicia y Portugal a esa linea invisible que inventamos los hombres y que conforma la frontera entre España y nuestros vecinos portugueses, hay además lo que conocemos como "raia seca" y la "raia húmeda" según haya o no algún río, como el Miño, que la defina. Y en esta raia hay un lugar muy especial, y quizás no demasiado conocido, al menos no en profundidad, ideal para rodar un fin de semana entero y sin gastar demasiado. Vamonos de ruta por tierras de frontera con el lujo añadido de hacerlo por el único parque nacional que tiene Portugal.




Un día alguien bromeando me comentó que hacer turismo en Portugal era "de pobres", lo dijo bromeando pero me temo que algo similar, muy lamentablemente, está en el subconsciente de muchos españoles que tienen a Portugal como un país de segunda categoría o cuando menos sin atractivos para hacer turismo ¡qué equivocados están!

Y es que no solo tiene una inmensidad de atractivos como para volver y volver durante toda una vida sin que deje de maravillarnos, es que a eso hay que añadirle la amabilidad de los portugueses con los viajeros y turistas en general, en pocos lugares del mundo he visto tanta y tan sincera, teniendo esto en cuenta ¿por qué no visitar uno de sus rincones naturales más emblemáticos durante un fin de semana entero?

Panorámica del Parque Nacional de Peneda-Gerês (picad en las fotos y podreis verlas en gran tamaño)

Y es que si, para rodar por el Parque Nacional de Peneda-Gerês nos harán falta un mínimo de dos días para conocerlo bien y disfrutarlo, en primer lugar porque abarca un territorio de 702'9 kilómetros cuadrados, y en segúndo lugar como Parque Nacional que es no dispone de demasiadas carreteras que lo crucen, como iremos viendo para disfrutarlo en profundidad tendremos que hacer alguna que otra contramarcha, salirnos en alguna ocasión de los límites del parque y como no, adentrarnos en España sin dejar de disfrutar de la naturaleza en el Parque Natural de O Xurés, también conocido como "A Baixa Limia"

Así que ahi vamos, llevo todo lo necesario e imprescindible para un viaje así, la Arpía, un saco de dormir, una tienda de campaña, un petate con algo de ropa, y una pequeña navaja suiza por si hay que sobrevivir y esas cosas tan de moda en el canal Discovery, también llevo algo de dinero y la documentación… no está muy en regla que digamos pero como decimos en Galicia "malo será" que se le ocurra a un guardiña pararme y que se fije en fechas de ITVs y cosas así. Conviene que el futuro viajero tenga en cuenta un par de detalles: a pesar de la crisis en Portugal, ahora mismo, resulta más barata la hostelería en general que en España, también el tabaco, es más cara la gasolina, así que ya sabeis: cafes y cerveza o comer y dormir en Portugal, eso si, repostad en España.




Voy desde la ciudad que habito, desde Vigo, así que lo mejor para mi es entrar por la ciudad fronteriza de Melgaço, en poco tiempo y siguiendo la ya portuguesa EN202 me adentro en el Gerês, en  con dirección a Castro Laboreiro, Antes de llegar, y justo al entrar en el parque nacional, en la freguesía (parroquia) de Lamas de Mouro hay un interesante centro de interpretación del parque donde un funcionario muy amable y solícito me informa de todo lo que deseo sobre la zona que estoy ya visitando, puedo ver también algunas fotos a gran tamaño de diversos lugares y leer algunas cosas interesantes sobre la región. En Castro Laboreiro soy recibido por una vaca que no es una vaca cualquiera, ni siquiera una vaca lechera, se trata de las famosas y no demasiado abundantes "cachenas", estas vacas no llamarían la atención del viajero si no fuese por su larga y extraña cornamenta, da la sensación de que el Creador del universo, fuese quien fuese, quiso hacer una broma con ellas al ponerle esos cuernos realmente exagerados para sus cuerpos relativamente pequeños. Las cachenas, aunque escasas en el mundo, parecen abundantes en el parque nacional portugués, también en la zona de Galicia, donde en ambos casos se mantienen por tradición y según me cuentan también porque hay algún tipo de subvenciones para que los ganaderos lugareños tengan este tipo de ganado, las subvenciones no es que los hagan ricos ni mucho menos, pero el animal es resistente, vive en el monte y no da demasiado gasto a los propietarios, así que ahí las tienen. Rodad con cuidado, pueden aparecer en cualquier momento y no es plan de estrellarse contra una cachena, tambien abundan los caballos semisalvajes que por aquí llaman "garranos".

Cachenas en la carretera

Castro Laboreiro tiene varios atractivos, y aunque el principal que salta a la vista al llegar al lugar parece ser el gastronómico a tenor de los restaurantes que se ven y anuncian productos tan sugerentes como truchas de río (supongo que dicen lo de río para que no pensemos que son de piscifactoría), ternera, que aquí llaman "vitela", de monte y otros manjares. Si nos interesamos un poco más descubriremos que delicias culinarias aparte tiene también una raza de perro propia, se trata de un perro de guarda y defensa, muy usado para la protección del ganado contra lobos que aún existen aquí y para la guarda de los hogares y personas, reconocido internacionalmente como Cão de Castro Laboreiro [en español], con criadores especializados y todo lo que puede rodear a este tipo de asunto. No se para otros, pero para mi es llamativo que un lugar tan pequeño pueda dar al mundo una raza de perro, supongo que es la costumbre de estar habituado a que las razas de perros sean más generales, supongo que sabeis a que me refiero: no hay un pastor de Zarrentín (pequeño pueblo al norte de alemania), hay pastores alemanes. Los "serranos" que así suelen denominar a los habitantes de esta zona en Portugal están tremendamente orgullosos de su moloso y no dudarán en explicarte por que es el mejor perro del mundo.

Paisaje en las proximidades de Castro Laboreiro, más arriba parece que el lobo campa a sus anchas, como debe de ser.

Pero no nos quedemos solo en esto, que aunque en moto vamos no sería nada extraño que en otra ocasión deseasemos volver en otras condiciones y con otros equipos y materiales para disfrutar de lo mucho que nos puede ofrecer esta pequeña localidad y que van desde paseos a caballo y pueden llegar al kayakismo extremo en alguno de los hermosos ríos cercanos a la localidad, si lo que os gusta es el senderismo o la escalada en roca no quedareis defraudados, peñas hay, hermosas y enormes esperando por los escaladores, y senderos en plena naturaleza también abundan, aquí les llaman "trilhos" (se pronuncia trillo, en portugues), doy un pequeño paseo por uno y una buena mujer me advierte de que será mejor que lleve un palo grande, parece que hay lobos por la zona, no vi ninguno porque no me adentré demasiado, pero si la señora lo dice es posible que sea verdad. Unos niños me cuentan que a veces, a la noche, escuchan al lobo aullar. Una pena no poder quedarme para ser yo quien lo escuche, a lo mejor no es mala idea volver otro día con la mochila y dormir en el monte, por lo que veo pasar la noche en alguna casa rural de la zona no sube de los veinticinco euros ¡y con desayuno! El paraiso al alcance del bolsillo. Cancún es bonito, pero para mi gusto prefiero un lugar como Castro Laboreiro.

Castro Laboreiro es bonito, pero quedarnos aquí sería como probar una cucharada de dulce miel con la punta de la lengua y no llenarse el paladar con su sabor, así que mejor seguimos rodando. Y lo mejor, pienso, es volver hacia atrás, concretamente a la fraguesía de Lamas de Mouro. Os explico lo que es una fraguesía, que aquí en Galicia lo entendemos más o menos bien, pero en el resto de España esto no es muy habitual. Tanto en Galicia como en Portugal hay ayuntamientos, como en el resto de España, pero en Galicia y Portugal estos solemos dividirlos en parroquias, que evidentemente tienen un poco que ver con las divisiones eclesiásticas y la cosa parece venir ya de epoca visigótica, una fraguesía es eso, una parroquia. Lo explico para que cuando veais los carteles indicándolas no penseis que cambiais de ayuntamiento o similar. El Parque Nacional Peneda-Gerês se divide en cinco ayuntamientos: Melgaço, Arcos de Valdevez, Ponte da Barca, Terras de Bouro y Montealegre. 

Peto de ánimas de camino al Santuario de Nossa Senhora da Peneda

Dicho esto, y ya que estamos de nuevo en Lamas de Mouro, buscaremos la carretera por el interior del parque que nos lleva al Santuario de Nossa Senhora da Peneda (Nuestra Señora de la Peña, aunque creo que se entiende bien), la ruta es larguita, con un asfaltado no malo, pero tampoco exageradamente bueno, estamos en un parque nacional, así que no extrañará, se rueda bien y conviene parar alguna y otra vez para disfrutar del paisaje o contemplar algún detalle.

El santuario

La historia de este gran santuario es muy similar a otras muchas que se reparten a lo largo y ancho del orbe católico:

Érase una vez, concretamente el día 5 de Agosto del año de Nuestro Señor de 1.220 que andaba una pastorcilla muy niña por el monte cuidando unas cabritillas, y en esas que se le apareció una palomita blanca revoloteando a su alrededor que le habló:

-Hola, niña, soy la Virgen y me vas a hacer un favor, mira, ve y diles a las gentes de tu pueblo que se me antojó que me hagan aquí un santuario, que me apetece oye, que el lugar tiene unas vistas preciosas y no me vendrá mal para venir de vacaciones de cuando en cuando.

Y la pastorcilla no se asustó ni nada, en aquella época se ve que era bastante normal que sucediesen estas cosas, ni echó a correr ni mucho menos, una paloma que habla era al parecer lo más normal del mundo. Así que la criatura se fue a casa de sus padres en la fraguesía de Gavieira (ayuntamiento de Arcos de Valdevez) y les explicó, como si tal cosa, que había hablado con la virgen en forma de paloma. Los padres y vecinos no le hicieron mucho caso, así que la niña siguió pastoreando sus cabras con la íntima satisfacción del deber cumplido.

Interior del santuario

Pero la Virgen para sus asuntos es insistente, no vayais a creer, así que otro día se le volvió a aparece a la niñita, pero esta vez ya no en forma de blanca paloma, se hizo presente con su cuerpo y según cuentan tal y como se la puede ver en la imagen que preside el altar mayor del santuario, vestida de azul y con una capa llena de estrellitas, que por aquellos años era lo último en moda celestial. Además, como corresponde a tan alta y santísima señora, también soltaba rayitos de luz de su precioso cuerpo, y la niña allí, mirándola y flipando en colores (hay que tener cuidado con lo que te llevas a la boca en el monte y a los niños no se les debe de dejar solos). Y la luminiscente dama hablo de nuevo:

-Hija mía, se que esos tarados de tu pueblo no te creen, pero vas a hacer una cosa y verás como alucinan tanto como tu cuando yo aparezco. Vas a volver a junto de ellos, y les vas a decir que me traigan aquí a doña Domingas Gregorio, la que vive en el lugar de Roussas, tu ya la conoces bien, la que está lisiada desde hace dieciocho años, ya sabes, que la voy a curar en presencia de todos y entonces me harán un santuario maravilloso.


Así que la niña volvió con el recado a su pueblo, y la verdad, mucho no la creyeron, hasta alguno le recomendó a sus padres que le diesen un par de buenos cachetes para que se dejase de tonterías, pero claro, la señora Domingas, que no tenía nada que perder y mucho que ganar se hizo valedora de la niñita y les dijo a los vecinos que eran unos descreidos y unos sinvergüenzas, y que la llevasen al puñetero monte, que a lo mejor todo aquello era verdad. Así que los vecinos, que mala gente no eran, subieron a la señora Domingas a unas andas y ¡ea! monte para arriba con ella. Cuando llegaron al lugar pues lo normal, la Virgen se apareció y la curó. Los vecinos se alegraron mucho y le hicieron el hermoso santuario que poco a poco se fue ampliando y el actual data de 1.854 y al que no dejan de asistir peregrinos de todo Portugal e incluso del extranjero a visitar a pedir, a rezar y a rogar a "A Pastorinha" (la pastorcilla) que así apodaron cariñosamente a la Virgen las buenas gentes del lugar.


Y yo, que casi siempre que voy a un santuario portugués tengo una desgracia en este no iba a ser menos, pero fue pequeña. Tal como llego y paro la moto se rompe el cable del embrague. Esta vez Nuestra Señora no fue muy cruel castigándome, casi casi cachete de madre disgustada, supongo que por pensar y dudar de estos milagros tan curiosos. Una vez fui a Fatima y al salir pinché con un vidrio de una botella y me fui al suelo en plena autopista, la segunda que visité Fátima iba en coche y me lo robaron esa misma noche en Lisboa, creo que voy a dejar esta manía de visitar santuarios de vírgenes en Portugal. En fin, si se os ocurre pernoctar en el lugar está allí la antigua posada para peregrinos hoy convertida en un buen hotel, también hay algunas otras soluciones cercanas como pueden ser las no muy caras casas rurales.

Cementerio en el santuario

Abandono poco a poco y por razones obvias el lugar con sumo cuidado, entre lo que me pasa en los virginales santuarios portugueses y la última imagen que se me ocurrió captar y que veis justo encima de este párrafo no las llevo todas conmigo, así que mejor con cuidado sigo rodando hacia el sur, buscando la pequeña localidad de Soajo (se pronuncia Soaxo), sin salir del ayuntamiento de Arcos de Valdevez. 

Horreos de Soajo

Y es que Soajo tiene bien a la vista una construcción muy típica de arquitectura tradicional y comunitaria de la zona norte de Portugal y sur de Galicia: horreos que aquí llaman espigueiros (tradicionalmente se guardan en ellos espigas de maiz, aunque evidentemente se pueden guardar otros productos).


Los horreos se dispersan  no muy ordenadamente pero si de forma agradable en lo alto de unos peñascos que hacen las labores de "eira", que traducido al castellano sería la "era", el lugar donde se trillaba el grano de los cereales, y una "eira" puede ser comunal, como en este caso o particular cuando está en casa propia.


Picando en las imágenes podreis verlas en gran tamaño.

Soajo es un lugar pequeño que se ve enseguida, incluso me da tiempo a dar un pequeño paseo por lo que vendría a ser el casco histórico y disfrutar de sus piedras, pero el verdadero atractivo del lugar son la era con sus espigueiros, no cabe duda.

Ya va oscureciendo y no es mala idea buscar refugio, me informan de que hay un camping muy bonito en la localidad de Entre Ambos os Rios, que se llama así porque está situada justo entre dos desvios que tiene el Río Lima y que no dejan de ser el mismo río aunque parezcan otro si la cosa se viese desde el aire. Antes de llegar paro en un bar a tomar una cerveza y a mear y unos lugareños, así sin más, me piden que me siente con ellos, y comienzan a preguntarme cosas sobre la moto, y que de donde vengo, y a donde voy. El camping no está muy lleno en otoño, tienen una pequeña cocina donde me pueden servir algo de comer y una apacible terraza entre pinares donde refrescarme echándo unas cuanas birras al gaznate y planificar un poco la ruta que haré al día siguiente, que por las trazadas de las carreteras del lugar que recorro semeja un poco complicada, pero se hará.


Al día siguiente me levanto temprano y deshago durante unos kilómetros lo andado en la tarde noche anterior, solo que ahora dejo Soajo de lado y me desvío hacia Paradamonte siguiendo la carretera EN203 que me llevará a la siguiente parada, independientemente de que haga otras por el camino para deleitarme siempre con los maravillosos paisajes que se abren ante mis ojos al salir de cualquier recodo, y rodando rodando llego no muy tarde a la fraguesía de Lindoso en el ayuntamiento (concelho en portugués) de Ponte da Barca, tan llena de historia, tradiciones y… Más horreos flanqueando un viejo castillo que nos habla de guerras y luchas pasadas, entre quienes nunca logré comprender porque se llevaron mal, salvo por la codicia de reyes y señores que nos mandaban a guerras que nada bueno nos daban salvo a ellos y que en muchos casos perdiamos en ellas hasta la vida. Me resultan extrañas estas guerras fronterizas entre unas gentes que muchas veces no llegan a considerarse ni muy gallegas ni muy portuguesas, no en vano no son pocas las veces en las que se puede escuchar la palabra "raiano" que viene a ser como un no definirse muy bien de uno u otro lugar, se es de la frontera ¿qué más da la parte en la que se habite? Una frontera, que todo hay que decirlo, siempre sirvió para ser saltada con contrabandos de un país al otro que abarcó desde el ganado hasta los platanos, pasando por tabaco, café y medicinas como la penicilina.


Pero en fin, la historia es la que es, y ahí está la mole del castillo atestiguando que hubo un tiempo, que ojalá no vuelva, donde no nos llevabamos muy bien. 


En el castillo también hay un pequeño museo donde podremos descubrir la importancia de este antaño enclave militar y hoy tranquilisimo pueblo. En el podremos encontrar una interesante colección de armas antiguas y algunos dioramas que explican entre otras nociones históricas los sistemas defensivos del castillo de Lindoso.


Evidentemente no está de más disfrutar de un pequeño paseo fuera del castillo, entre los viejos y numerosos horreos que a modo de petreos centinelas lo escoltan, testigos ya no de la guerra y si del trabajo y buen hacer de los lugareños.


Seguimos viaje y pronto notamos que llegamos a España, no por nada que cambie espectacularmente el paisaje, es más prosaico: el bobo de turno apareció con el spray de pintura para explicarnos que no faltan un par de kilómetros y medio para que lleguemos a España, los faltan para llegar a la "Galiza" de sus amores. Así que nada para Galiza retornamos, o a Galicia si quereis, que ambos términos son muy válidos a pesar de que a algunos les de por pelearse por algo tan absurdo como una ci o una z.

El río Lima en la frontera de la Magdalena

Entramos en Galicia por la frontera conocida como la de la Magdalena, bordeando el río Lima y cambiando la carretera EN 304-1 por la OU-540 y nos vamos al orensano pueblo de Lobios, seguimos, eso si, sin dejar de disfrutar de la naturaleza, que si hemos dejado un tanto atrás el parque nacional portugues de Peneda-Gerês nos adentramos en el parque natural gallego del Xurés, así que todo sigue parecido. En Lobios de entrada nos conviene repostar, recordemos que la gasolina es más barata en este lado de la raya que en Portugal así que no perdamos ocasión antes de volvernos a adentrar en el parque del país vecino.


Eso si, no desdeñemos una parada y algo de exploración por Lobios. Es domingo y hay un mercadillo en el que venden cosas que bueno… no me parece nada mal el uso de la bandera de España en prendas de vestir o lo que cada uno quiera, aunque no se, en ciertas cosas me parece quizás excesivo tanto color fuerte. Me extraña que haya tantas prendas con banderas de nuestro país, no suele verse tal cosa por aquí, pero supongo que como tierra de frontera que es a lo mejor hay ciertas personas que gustan de remarcar su nacionalidad, si los comerciantes de mercadillos llevan eso al lugar es señal de que se vende. Tiene que ser duro para los que se dicen nacionalistas (y no saben que Castelao jamás pidió la independencia) observar como sus convecinos compran cosillas con la bandera de España.

Hago una parada técnica, hace calor y apetece una birrita y reorientarse un poco, también informarse sobre el lugar ¿qué podemos ver en Lobios? La amable camarera que me sugiere que me acerque al río Caldo.

-Ah coño ¿Ese que va caliente todo el año? No recordaba que pasaba por aquí

Ella sonríe resignada y amable, todo el mundo piensa lo mismo que pensaba yo y se habla mucho de oidas, claro, como el río se llama Caldo ¿pues como va a ir? caliente evidentemente.

-No -me dice sin perder la sonrisa ni la amabilidad- el río va frío, lo que pasa es que en las orillas en algunos lugares tiene manantiales de aguas térmales.
-ah vale
-no te preocupes -me cuenta para que no me sienta un bobo- mucha gente pregunta lo mismo que tu.

Mal de muchos consuelo de tontos.

El río Caldo no está caliente

También me recomienda meterme por el sendero hasta la piscina natural (pozas le llaman por aquí) en la base de A Corga da Fecha, no tiene buena traducción esto al castellano, y es que una corga en gallego es la unión de varios riachuelos de pequeño caudal y fecha vendría a ser una pequeña cantidad de líquido. Esta cascada es ocasional y desaparece durante muchos días del año, en épocas lluviosas cuentan que es realmente espectacular pero cuando deja de llover se seca más o menos rápido o lleva muy escaso caudar como sucede en las fechas que la visito.

Me doy un paseo por la playa fluvial del río que yo creía que siempre llevaba agua caliente y que resulta que lo que tiene son en sus orillas manantiales de aguas termales.

Estas aguas a veces se aprovechan en piscinas realizadas por la mano del hombre comoe esta que podemos ver aquí abajo:


Y en otras ocasiones, cuando el manantial está en el mismo río, son los bañistas los que se hacen su piscinita particular al más puro estilo Bear Grills cuando sale de paseo por Islandia. Tal cual las podeis ver aquí abajo:

Bañistas aprovechando las aguas termales del río Caldo

Después busco llegar a la famosa cascada de A Corga da Fecha, es un poquito complicado, no mucho y preguntando se llega a Roma, así que encuentro la subida enseguida pero… a partir de cierto punto hay que hacerlo a pie, así que a desmontar y a caminar cosa de dos kilómetros, no más, quizás algo menos, el sendero es bueno y está bien señalizado, apto para todos los públicos e incluso para vagos.


Desmontamos y caminamos tranquilamente por el bosque

La caminata tiene su pequeño premio. Resulta que la cascada va muy escasa de agua a principios del otoño, pero la poza que se abastece de ella está llena de una fresca agua con un impactante tono verdoso que la convierte en un puro espectáculo para los sentidos.

La poza está rodeada de rocas y en una hay una ninfa, bueno, no es una ninfa, es una chica muy guapa que está allí como Dios la trajo al mundo para alegría visual de aventureros cutrillos como yo, estoy en silencio sobre una roca admirándolo todo, a la chica, la debil cascada, la poza, a la chica, a la chica, a la chica... y la cabeza piensa que piensa: ¿qué carajo le puedo decir a esta por lo de si cuela cuela y me la enrollo?

Nada, no digo nada, de repente escucho un alarido, la chica que salta de piedra en piedra hasta esconderse entre otras y gritar desde allí que no le haga fotos.

¡Joder! menos mal que la cámara está en la bolsa y que no la llevaba al cuello, menudo susto se llevó la pobrecilla. Claro que aprovecho para decirle que si no quiere que le hagan fotos desnuda no es la mejor idea ponerse en lo alto de una roca en un lugar que puede ir más gente como yo y hacerle fotos "te hubiese hecho trescientas entre que te no te enteraste de que estaba yo ahí y te diste cuenta". No se corta un pelo, desde su escondite me dice que soy un cerdo, que seguro que le hice fotos, le digo que no, que las fotos las haré ahora, y que no salga si sale saldrá en ellas, le cuento que mejoraría la foto considerablemente su presencia a los lectores de BikerGaraje.Com pero no accede, es más, la muy desagradecida me manda a la mierda desde detrás de las peñas, nada que no quiere convertirse en top model, una pena:

Ahí asoma la cabecilla la ninfa, en lo alto de la roca grande del fondo a la derecha.

Creo que el posible ligue se fue al carajo ya hace unos cuantos minutos, pero no el caballero, no me gustaría dejar a una dama sola en el monte y preocupada por ver su imagen en alguna web, así que le digo si quiere ver las fotos que hice para que vea que no sale, bueno, le explico que en una sale solo su cabeza pero nadie la reconocera.

-¡Quiero que te vayas! -me dice- ¡y que dejes de hacer fotos!

Así que nada, si la reina de las aguas te dice que te vayas pues te vas, para que disgustarla más. Voy bajando y flipo un poco, esto debe de ser algo así como el paraiso de las ninfas, suben dos con vestidos mínimos, veraniegos, que aunque es otoño aún hace calor, llevan una cestita de esas playeras y vienen agarradas dándose besitos, paran en cuanto me ven y se separan un poco, la rubia se pone colorada ¡y me hablan! Sería la rehostia que fuese mi día de suerte.

Llevaba muy poca agua la cascada

Lo malo es que me hablan en inglés y me preguntan por donde se sube a la puñetera piscina natural de la "Corrrrrgraaa da la Fresha", lo pronuncia más o menos así la morena. No es mi día de suerte, podian haberme dicho por ejemplo que eran amigas de la ninfa de arriba y que subiese con ellas a pasar el día en amor, sexo y compañía pero no, no me dicen nada parecido, así que les indico como puedo chapurreando inglés y allá se van. La rubita sigue colorada, se ve que está menos acostumbrada a que la sorprendan lesbianeando que la otra. Esto es como si Dios se descojonase de mi poniéndome la miel en los labios y no dejándome catarla. O eso o quería que hiciese este reportaje y no que perdiese el tiempo haraganeando en un monte idílico rodeado de bellas mujeres desnudas colmándome de placeres.

Entre las montañas se observa la linea que traza la cascada

Tampoco hubiese servido de nada, un poco más abajo sube una docena de personas juergueando por el camino y seguro que van para allí. Cuatro hubiesemos estado bien, tantos ya seríamos multitud, y en multitudes y con las fantasías que llevo en la cabeza no me siento bien, menos aún si en ella la mitad son tíos, así que mejor me voy.



No me marcho de Lobios sin acercarme antes a los miliarios romanos que marcaban la trazada de la calzada de Braga a Astorga (Bracara a Asturica), y es que por aquí pasó en su día la Vía Nova, también conocida como Vía XVIII que unía las dos localidades y hoy totalmente en desuso. Pasa un Ferrari a todo trapo cuesta para arriba y me pregunto lo que pensaría uno de aquellos arrieros de la época romana si viese a donde llegaron los medios de locomoción en la actualidad.

Antigua aduana de Portela do Homen (Puerta del hombre)

Vamos yendo de nuevo rumbo a Portugal tomando ahora para ello la carretera OR-312 que nos introducirá en Portugal de nuevo a través del paso fronterizo de Portela do Homen (puerta del hombre sería la traducción), a partir del punto fronterizo la carretera pasará a llamarse N 308-1.

Justo cuando pasas la vieja alfandega (aduana en portugués) te encontrarás un peaje con unos chavales que te cobrarán el correspondiente y pequeño estipendio, y aunque el lugar y la forma en como realizan el cobro parece un tanto precaria, la cosa tiene su aquel, vas a entrar nada más y nada menos en lo que posiblemente es el corazón del parque, en la zona mejor conservada con arbolado autóctono y todas esas cosas agradables que tiene la naturaleza, estás entrando en la que es conocida como "Mata da Albergaría" en el idioma luso (en castellano vendría a ser bosque del albergue, y es que hay uno al final, pero parece estar en desuso). Los funcionarios que realizan el cobro te advertiran muy seriamente de que no te pares en la carretera, a hacer fotos ni a nada, está totalmente prohibido, si quieres hacer fotos, pararte, o meterte por el bosque puedes hacer la pequeña ruta a pie, pero nada de parar vehículos a los lados de la calzada. Tiene su lógica, es estrecha, si todos parasemos aquello sería un caos. Hay gente que hace la pequeña ruta a pie ida y vuelta, así que ya sabeis, si quereis disfrutar de ella plenamente a pie sería la mejor opción. Lo malo es que en mi caso no vine solo a ver la Mata da Albergaría, pretendo seguir después mi ruta hacia el interior del parque natural, así que iré al otro lado sin parar y después si acaso me volveré a adentrar un poco a pie por disfrutar del lugar un poco mejor.
Mata da Albergaría

Entrada por el lado portugués

Interior de la Mata da Albergaría

Disfrutado el lugar sigo la ruta, derechito pero sin dejar de disfrutar del espectáculo que brinda la naturaleza, voy a Caldas de Gerês, que viene a ser la "capital" de este parque nacional lusitano, o al menos la localidad más grande que nos encontraremos en el parque. Conviene tener en cuenta que cuando por estos parajes galaico lusitanos un pueblo lleva el nombre de caldas eso quiere decir que hay aguas termales, os lo cuento por si en vuestro interés está eso que llaman turismo termal, Caldas de Gerês puede ser un buen lugar para ello, la oferta en el lugar parece abundante y buena para el saludable asunto que nuestros abuelos llamaban "tomar las aguas".

Vieja fuente den Caldas de Gerês, con un agua realmente deliciosa y refrescante

Lo mio, más que tomar las aguas, es disfrutar de los paisajes, y el lugar parece ideal, de entrada si subes por el pueblo arriba y preguntas un poco llegarás a la "cascata do río Arado", es una pequeña cascada (a buen seguro que es mayor en primavera o en invierno, este verano hay llovido poco). Es de tener en cuenta, para los que sean mas aventureros, que el río Arado tiene más lugares interesantes a lo largo de su recorrido, eso si, la moto hay que dejarla estacionada.

Yo de momento me recreo en la pequeña cascada desde un mirador que hay, y desde el cual, debido al arbolado, no se divisa demasiado bien pero… abajo hay gente bañándose ¿por donde habrán bajado? Veo a una pareja que baja río abajo, saltando de piedra en piedra, pero coño, bajar para volver a subir… ¡menudo palizón! encima por las piedras y con camperas.


Busco otra solución y la encuentro, al lado del mirador hay un sendero medio trillado que desciende hacia la cascada, es complicado caminar por aquí con las puñeteras camperas, tengo que acostumbrarme y en estos viajes traer las botas de montaña, que se adaptarán mejor a estos senderos por los que suelo meterme. Para confirmarme que el lugar es complicado me encuentro una chapa de los paracaidistas portugueses que a lo mejor en su momento anduvieron por aquí de maiobras. Si ellos pudieron malo será que yo no pueda, y si, puedo, tras un par de resbalones llego a la cascada para poder hacer algunas fotos mejor de lo que se veía desde arriba:



No dejemos Caldas de Gerês aún, según vayamos bajando de nuevo al pueblo desde el río Arado nos encontraremos varios miradores o las señales que nos indican como llegar a ellos, no es mala idea acercarse, las vistas sobre el valle son espectaculares.

Al fondo el rio Cávado

Y así, después de tener los sentidos bien regalados con tanta naturaleza, siguiendo la N-308-1 vamos saliendo, con pena, de este espectacular parque nacional, la idea en mi caso es llegar a Braga y de allí dirigirme a Vigo, eso si, con el deseo de volver, quizás en moto por alguna otra ruta que quedó esquinada, quizás pertrechado para realizar actividades más montaraces que den otra perspectiva y un mayor acercamiento a la flora, la fauna e incluso a las gentes de las localidades recorridas esta vez a lomos de una moto.

Y a vosotros, lectores, solo recomendaros que hagais esta ruta u otras posibles y parecidas, lo que aquí habeis leido y visto se hace, como siempre, más grande y espectacular con los pies en el lugar y a lomos de vuestras motos.

Solo me queda una anecdota/advertencia: si rodais por el parque, o por Portugal, que no os suceda como me sucedió a mi con la señal de abajo, no paraba de ver el rombo rojo con el círculo blanco y preguntarme que diablos estaría yo infringiendo, porque seguro que la señal quería decir algo que yo, para no variar, estaría incumpliendo. Ni preocuparse, salvo que lleves una escopeta y en moto será raro, la señal solo indica los límites de los cotos de caza en el país vecino.


Si quereis ver el resto de las fotos de este reportaje PICAD AQUÍ

Por si os sirve de ayuda PICANDO AQUÍ podeis ver en Google Maps la ruta que hice en el plano.

Por lo demás solo me queda agradeceros vuestra atención por leer este reportaje esperando que en algún momento de vuestras vidas pueda seros de alguna utilidad. Rodad y disfrutad.

10 comentarios:

  1. Mira tú por donde que bien me has venido... Ésta semana Santa tengo ruta motera por tierras lusas y ésta es un opción realmente interesante!!!!
    Reportaje guapo y fotos geniales!!!!!!

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    Respuestas
    1. Es un placer que te sea de utilidad. Un saludo y gracias por leerlo.

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  2. Te suelo seguir en tu blog, y tengo que agradecerte como te curras los artículos. Sigue así que seguramente somos muchos los que te leemos. Vss Saludos y suerte.

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  3. Como siempre reportajes de primera, muchas gracias por currártelo tan bién, Es un placer entrar en tu blog, Saludos, Vsss y cuidado en las curvas¡¡¡

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    1. El placer es mío al ver que os agrada lo que hago.

      Gracias por leerme.

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  4. Que articulo mas guapo!!!

    Como gran amante de Galicia espero no tardar mucho en copiarte la ruta. Me servirá de mucho todo lo que cuentas aquí.

    Las fotos preciosas!!!

    Gracias.

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    Respuestas
    1. No la copies, lo que yo digo es siempre orientativo y lo que yo hice. Seguro que puedes mejorarla. A buen seguro hay rincones de todo este lugar que no llegué a visitar.

      Gracias por leerlo y un saludo.

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  5. Tenía ganas de darme una vuelta por esa zona, y tu artículo me ha servido de empujón definitivo. Un saludo!

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  6. woooow! exceleeeente artículo! era justo lo que buscaba, sólo me queda una duda, en el paso fronterizo La Magdalena hay aduana? uno debe hacer papeleo? podrías contarme un poco sobre eso? muchísimas gracias!

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    Respuestas
    1. Como en todos los pasos fronterizos está el viejo edificio pero no hay que hacer papeleo, salvo que por alguna extraña razón estén allí los GNR (Guardia Nacional Republicana) y te pidan algún documento, pero sería algo ocasional y por algún motivo de delincuencia transfronteriza o algo similar. Normalmente el edificio está cerrado y no hay nadie en él.

      Un saludo.

      Y me alegra que los artículos de Biker Garaje os sean de utilidad. Gracias

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