Muchos de vosotros quizás no le conocisteis en vida si no frecuentais de cuando en cuando las buenas concentraciones de Portugal, nuestro país vecino, eso os perdisteis, porque es de esas personas que merece la pena conocer, aunque sea un momento, lo que podía durar comprar alguno de los artículos que vendía de concentración en concentración por Portugal. Cuando vi la noticia en Facebook me costó contener una lágrima rebelde que brotaba de uno de mis ojos, a él no creo que le gustase que lo llorásemos y sin embargo... ¡qué difícil es no hacerlo para los que lo conocimos!
No era Manivelas nadie aparentemente especial, simplemente un vendedor ambulante que recorría las concentraciones moteras portuguesas con su furgoneta vendiendo artículos para nosotros a precios razonables, sus artículos solían ser de corte militar o cuero, me hacía gracia como demostraba la eficacia de sus cascos de soldado (esos de hierro antiguo). Tenía una maza, una marreta de las que usan los canteros, y apostaba con nosotros, siempre con buen humor, que ninguno de nuestros buenos cascos (no era mi caso) aguantaría lo que los suyos de soldado, acto seguido le atizaba un mazazo al casco de soldado y te pedía, con una sonrisa amplia como un mundo, si te atrevías a poner el tuyo. Nadie se atrevía lógicamente. Así que aún más risueño te ofrecía un bocadito de "lenguiça de fumaça" que no es otra cosa que chorizo, pero... hecho a su estilo. Me divertía ver a hombres hechos y derechos llorando de lo que picaba aquel infernal chorizo, y aún me divertía más ver a Manivelas partiéndose de la risa reprochándo lo poco hombres que eramos por no aguantar un "poquito" de picante.
No era Manivelas nadie aparentemente especial, simplemente un vendedor ambulante que recorría las concentraciones moteras portuguesas con su furgoneta vendiendo artículos para nosotros a precios razonables, sus artículos solían ser de corte militar o cuero, me hacía gracia como demostraba la eficacia de sus cascos de soldado (esos de hierro antiguo). Tenía una maza, una marreta de las que usan los canteros, y apostaba con nosotros, siempre con buen humor, que ninguno de nuestros buenos cascos (no era mi caso) aguantaría lo que los suyos de soldado, acto seguido le atizaba un mazazo al casco de soldado y te pedía, con una sonrisa amplia como un mundo, si te atrevías a poner el tuyo. Nadie se atrevía lógicamente. Así que aún más risueño te ofrecía un bocadito de "lenguiça de fumaça" que no es otra cosa que chorizo, pero... hecho a su estilo. Me divertía ver a hombres hechos y derechos llorando de lo que picaba aquel infernal chorizo, y aún me divertía más ver a Manivelas partiéndose de la risa reprochándo lo poco hombres que eramos por no aguantar un "poquito" de picante.
Un ejemplo a seguir para muchos moteros.
Siempre de buen humor me permitió en su día hacerle esta foto, fue en la concentración de Moto Galos, en Barcelos, al norte de Portugal, después de la foto cuadró que me ofreció su chorizo "tan especial" y fue que le dije que no picaba tanto (soporto bien el picante), junto con otros amigos lusos empezamos a apostar sobre si yo aguantaba o dejaba de aguantar comerme un chorizo de aquellos enteros, Manivelas me apostó una botella de J&B, así que allí me vi, rodeado de portugueses que me miraban como si fuese un suicida a punto de dejar este mundo y yo comiendo aquel chorizo (eran largos, como tres o cuatro chorizos normales de los de por aquí) que me dejó la boca escaldada por tres o cuatro días, pero aguantar aguanté. Evidentemente no me tomé la botella solo, la compartí con él y con los amigos que allí estaban y que me habían animado a soportar la "proeza" entre mucha risa y algarabía, proeza que todo hay que decirlo, costó lo suyo llevar a cabo. A partir de esa cada vez que me veía en una concentración reía y le contaba a todo el mundo que yo había aguantado comerme uno de sus chorizos entero, creo, por lo que él me dijo, que fui el único que lo logró, no se si posteriormente hubo alguno más, hacía tiempo que no veía a Manivelas pero si sabía que estaba delicado de salud y que los moteros portugueses se volcaron en ayudarle en la medida que podían tras haber sufrido éste tres accidentes cerebrovasculares.
Manivelas al pie de su negocio de concentración en concentración, a la derecha ofreciendo su choricillo picante (las fotos no son mías, las pillé en google images)
Otro detalle que da el calibre de quien fue este gran motero fue un día en Sintra, en Portugal (el era de allí y pertenecía, como no, al Moto Clube Sintra [web]), me había perdido y allí estaba yo, parado en una calle mirando un mapa a ver por donde tirar, y allá que veo venir a lo lejos un señor que corre hacia mi ¡era Manivelas! no me había reconocido hasta que se acercó, pero... estaba en un bar a lo lejos, vio un motero parado mirando un mapa y vino corriendo a ayudarlo. No venía a ayudarme por haberme reconocido en la lejana distancia, simplemente... venía a ayudar a un motero, por lo que me contaron en él era habitual esta actitud de ayuda, de compromiso con nosotros, no son pocos los moteros lusitanos que lo tienen como una especie de padre o abuelo y no fueron pocos, y esto lo vi, que de él recibimos consejos de todo tipo y siempre con una máxima: ayudar y ser buenas personas, solidarios.
Manivelas en Faro en compañía de un amigo (esta foto no es mía)
Supongo que como cualquier hijo de vecino tendría sus problemas y sinsabores en la vida pero... jamás le vi triste o serio, siempre sonriendo y transmitiendo alegría a todo el mundo, nunca le vi criticar a nadie, recuerdo una vez que le hablé de alguien que a todas luces era mala persona, para Manivelas no, solo era una persona "de trato difícil", dicho eso si sin perder la sonrisa y con mucha ironía ¡Grande Manivelas!
Tengo casi por seguro que él estará descansando en paz, al fin y al cabo no creo que haya hecho nunca nada tan malo que no pueda ser perdonado por Dios o por quien corresponda, yo creo que hasta podría ser santo, que no me extrañaría nada que hubiese hecho algún milagro sobre algún motero en apuros. Lo que si no estoy tan seguro es que el cielo siga siendo ese lugar plácido que se supone, seguro que desde su llegada el personal que por allí ande no para de troncharse de la risa, a buen seguro que ya habrá montado allí su tenderete para venderles cascos, cazadoras y pantalones a los angeles moteros (que seguro que hay muchos) y allí estará, con toda su simpatía, ofreciendo un bocadito de chorizo "pruebe, pruebe -les dirá- es dulce y está fresquito" todo eso con su mejor sonrisa y tronchándose por dentro, los demás, los que ya lo hayan probado, como aquí en la tierra, expectantes por ver la reacción de la pobre "víctima".
Hay una cosa que si es segura, las concentraciones portuguesas seguirán siendo tan buenas como siempre pero... faltará alguien, faltará Manivelas.
Obrigado por tudo, Manivelas, foi un grande prazer ter tratado con você neste mundo, garde um bocadinho de lenguiça para cando eu vaia, desta volta eu levarei um bo whisky vello para celebrar o novo encontro.

Lo conocí en mi ultima concentración de Faro, allá por el 2005 (creo que fué ese año, tocó Deep Purple) y nos comimos un "franco" en compañía de los amigos de MAS GAS de Córdoba que fueron los que me lo presentaron. Mi respeto y ráfagas a la eternidad Manivelas.
ResponderEliminarTuviste suerte entonces de conocerlo, eso si, no te comiste un "franco" fue un franGo, con G (pollo). (error muy normal entre los que no controlais bien la lengua lusitana, solo lo aclaro para que no vaya a ir alguien pidiendo francos por Portugal ;)
EliminarUn saludo.
Gracias por la aclaración, amigazo.
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