Esto que vais a leer no lo he escrito yo. Es de una chica motera: Ana Cece, que lo escribió en el Facebook para que cualquiera pueda leerlo. Lo malo es que en el Facebook las cosas, al poco tiempo se pierden entre infinidad de publicaciones y durante el tiempo que no se pierden pueden confundirse entre montones de tonterías más o menos graciosas o un tanto irrelevantes que solemos publicar y esta carta a los peatones, que no olvidemos que todos lo somos en algún momento, no tiene desperdicio y además es sumamente respetuosa. Nos afecta a todos y cada uno de nosotros, muchos, tras un susto semejante al que se llevó Ana Cece soltamos el exhabrupto de turno y lo olvidamos, ella reflexionó un poco y nos invita a poner un poquito de voluntad por parte de todos:
Estimado peatón:
El motivo de la presente es solicitarte, sin la más mínima acritud, que trates de colaborar conmigo en que todos seamos un poco más felices y no ocasionemos desgracias (a propios y a ajenos) innecesarias.
Yo sé, como peatón que soy también, que hasta hace unos pocos años, cruzar una calle en este país nuestro era como jugar a la ruleta rusa; y tú recuerdas que en aquella época, antes de atravesar, mirabas unas 200 veces a cada lado (incluso cuando estabas en una calle de dirección única… no fuera a ser). De eso, hemos pasado al gesto de “mirada marcial al frente y ya parará el que venga”. Tiene que haber un término medio que sea conveniente para todos ¿verdad?.
No pido más que pongas ojos y oídos en la cuestión, igual que yo pongo toda mi atención en no embestirte cuando me sales justo de detrás de un contenedor de basura (que como bien sabes no son transparentes) mal colocado cerca de un paso de peatones, o del medio de dos furgonetas (sin paso de peatones, por cierto), o le haces puñetero caso al semáforo porque crees que te da tiempo a la carrerita pero de pronto se te cae el móvil en todo el asfalto. Incluso que, aun cruzando por el paso de peatones, compruebes si el coche que se acerca te ha visto o va despistado (que nos pasa a todos, en coche, en moto o andando) y evites tener que practicar el pase torero, el consiguiente puñetazo al capó, y los berridos posteriores.
Te lo pido porque, aparte y además de peatón (que es lo primero de todo que he sido en mi vida), me puedes encontrar en coche y en moto. En coche tengo mi carrocería, en moto vas a provocar que me coma una galleta estupenda para evitarte… pero es que tú no llevas ni carrocería ni ruedas, y si te golpeo esa será la peor parte de todo.
Si tenemos que prestar atención, prestemos todos una poca, y la vida será un poco más agradable, menos tensa y, además, vida.
Sin más, esperando que comprendas que mi petición es para el bien de todos, recibe un saludo de quien esta mañana tuvo que evitar con la moto a una mamá que salió de detrás de un autobús al medio de la calle sin paso de peatones con el carrito de su bebé por delante.
¿Alguien cree que se puede quitar o añadir algo? Yo no, creo que la carta de Ana está perfecta, ahora solo hace falta que le hagamos todos un poco de caso.
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